MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Utah Health (Estados Unidos) han demostrado que a los pacientes de neumonía que recibieron antibióticos de amplio espectro en los primeros días después de la hospitalización no les fue mejor que a los que recibieron atención médica estándar para su patología.
La neumonía puede ser causada por virus, hongos y bacterias, incluido el 'Staphylococcus aureus resistente a la meticilina' (SARM), que puede causar una forma de neumonía rara pero difícil de tratar. Lamentablemente, es difícil determinar si el SARM u otros patógenos son responsables de un caso particular de neumonía. Esto se debe a que el análisis de las muestras de esputo (mucosidad) para la causa de la neumonía es a menudo inexacto, y la recogida de muestras de tejido pulmonar puede ser invasiva y arriesgada, especialmente en pacientes que están extremadamente enfermos.
Por lo tanto, los médicos a menudo tienen que confiar en su mejor juicio para deducir qué tratamiento podría funcionar hasta que los resultados definitivos de las pruebas estén disponibles. Para determinar cómo este proceso de toma de decisiones afecta la atención de los pacientes, estos investigadores examinaron retrospectivamente los registros médicos de 88.605 pacientes de neumonía, de 62 a 81 años de edad, entre 2008 y 2013. Los investigadores rastrearon si estos pacientes fueron tratados inicialmente con la terapia antibiótica estándar para la neumonía, como cerftriaxona y azitromicina, o con dos tipos de antibióticos anti SARM: terapia estándar más vancomicina (un antibiótico) o la vancomicina sin la terapia estándar.
Los investigadores observaron que, a medida que los médicos se fueron dando cuenta de la infección por SARM en los pulmones y se preocuparon por ella, se hizo más probable que utilizaran terapias anti SARM como tratamiento inicial, a pesar de que el SARM solo representa alrededor del 2 por ciento de los casos de neumonía. De hecho, el uso aumentó de alrededor del 20 por ciento de los pacientes en 2008 a casi la mitad de ellos en 2013. Como resultado, muchos de los pacientes que fueron tratados con antibióticos anti-SARM probablemente no los necesitaron.
Los investigadores no encontraron ningún beneficio discernible del tratamiento con antibióticos del MRSA además del tratamiento estándar. De hecho, se asoció con un riesgo un 40 por ciento mayor de morir dentro de los 30 días posteriores al alta, quizás debido a los efectos secundarios potencialmente severos de la vancomicina, incluyendo una mayor incidencia de insuficiencia renal e infecciones secundarias. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar plenamente las causas subyacentes de este mayor riesgo, según los investigadores, cuyo trabajo se ha publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association Internal Medicine'.