MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Universidad Metropolitana de Tokio (Japón) ha demostrado que las ayudas visuales que crean la ilusión de movimiento, como una pantalla colocada frente a la mano que muestra el movimiento de la mano, pueden mejorar el rendimiento motor y las primeras etapas del aprendizaje motor.
En comparación con la observación de movimientos en tercera persona, los datos de espectroscopia funcional del infrarrojo cercano también mostraron mayores cambios en la actividad cerebral en regiones asociadas con el aprendizaje motor. Hallazgos como este podrían informar nuevas estrategias de tratamiento para pacientes con accidente cerebrovascular hemipléjico.
La ilusión visomotora (VMI) es la curiosa ilusión de observar cómo se mueve el cuerpo incluso cuando está quieto. Imagínese tener la pantalla de una tableta colocada frente a su mano. Su mano está oculta detrás de la tableta y no se mueve. Ahora, imagina la pantalla reproduciendo un vídeo de la mano moviéndose; tus ojos te dicen que tu mano se está moviendo, pero no se mueve en absoluto.
Ahora, un equipo de científicos dirigido por el profesor asistente Katsuya Sakai de la Universidad Metropolitana de Tokio ha demostrado que el VMI puede mejorar el rendimiento motor y el aprendizaje motor en las primeras etapas. A los voluntarios se les asignó una tarea específica: hacer rodar dos bolas de metal en una mano. Después de algunas pruebas iniciales, se utilizó una ayuda visual que mostraba manos realizando exactamente esta acción.
A un grupo se le colocó la ayuda visual frente a su mano para invocar VMI, mientras que otro grupo simplemente miró el mismo video normalmente. El rendimiento podría medirse por el número de tiradas completas que las personas lograron. Aunque ambos grupos mostraron mejoras, el grupo VMI mostró más mejoras, tanto inmediatamente después de que se mostrara el video a los voluntarios como una hora después. Esto no solo muestra una mejora en el desempeño sino que resalta que el aprendizaje en las primeras etapas también ha mejorado, es decir, los cambios pueden persistir.
Para comprender lo que sucede en el cerebro, el equipo utilizó espectroscopia funcional de infrarrojo cercano, una técnica no invasiva que ayuda a rastrear la actividad en partes específicas del cerebro mediante sondas externas. Es importante destacar que se descubrió que estos cambios persistían una hora después de los estímulos visuales, coincidiendo con lo que encontraron en el desempeño de la tarea.
El equipo señala que todavía queda mucho trabajo por hacer. Por ejemplo, estos hallazgos provienen de un estudio realizado en individuos sanos y aún no se ha realizado ninguna evaluación del rendimiento motor a medio y largo plazo. Sin embargo, los conocimientos obtenidos de este estudio arrojan luz sobre una estrategia única para mejorar el rendimiento motor y el aprendizaje, que algún día podría aplicarse a la rehabilitación de pacientes con accidente cerebrovascular hemipléjico y guiar el desarrollo de nuevos tratamientos.