Un estudio asocia la contaminación con más conectividad entre regiones cerebrales en adolescentes

Archivo - Contaminación sobre el área metropolitana de Barcelona
Archivo - Contaminación sobre el área metropolitana de Barcelona - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: miércoles, 15 junio 2022 11:14

BARCELONA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han identificado en un estudio que una mayor exposición a la contaminación atmosférica se asocia con una mayor conectividad funcional entre varias regiones cerebrales en la etapa preadolescente.

Los investigadores han utilizado los datos de 2.197 menores del Estudio Generación R, nacidos entre abril de 2002 y enero de 2006 y residentes en Rotterdam (Países Bajos), ha informado el centro impulsado por la Fundación La Caixa en un comunicado este miércoles.

A través de imágenes de resonancia magnética han explorado si una mayor exposición a la contaminación atmosférica o al ruido puede asociarse también a posibles alteraciones en la conectividad cerebral, es decir, a la forma en la que interactúan distintas regiones del cerebro.

Han observado que una mayor exposición al dióxido de nitrógeno (NO2) y a la absorbencia de las partículas en suspensión (PM2.5) desde el nacimiento hasta los tres años, y a los óxidos de nitrógeno NOx desde los tres hasta los seis años se asocia con una mayor conectividad funcional entre varias regiones cerebrales.

Las asociaciones se identificaron en áreas cerebrales implicadas en dos redes de funciones opuestas: la red de tareas negativas tiende a activarse en reposo, y la red de tareas positivas durante las tareas que requieren atención.

"Todavía debemos entender las consecuencias de esta mayor actividad de ambas redes en condiciones de reposo, pero por ahora podemos decir que la conectividad cerebral en los niños expuestos a mayores niveles de contaminación atmosférica es diferente de lo que cabría esperar", ha afirmado la primera autora Laura Pérez-Crespo.

Los hallazgos también indican que los tres primeros años de vida son el periodo más sensible de exposición a la contaminación atmosférica, y el carbono negro fue el contaminante más asociado a los cambios en la conectividad cerebral.