MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El crecimiento de la ganadería mundial es una amenaza para nuestra biodiversidad y también aumenta los riesgos para la salud tanto de los seres humanos como de los animales domésticos, según un estudio publicado en 'Biological Conservation' por un científico del Instituto de Ciencias de la Evolución de Montpellier y el laboratorio ASTRE del Centro de Investigación Agrícola para el Desarrollo Internacional de Francia.
Las investigaciones han demostrado un aumento mundial de la aparición de enfermedades infecciosas y epidemias, una pérdida acelerada de la diversidad biológica y un marcado aumento de la cría de animales domésticos. Este tema volvió a ponerse en primer plano con el brote de COVID-19 y un nuevo estudio sobre la ecología de los parásitos está dando algunas respuestas iniciales a la pregunta que se está planteando sobre si estos acontecimientos están relacionados. Su objetivo era rastrear los patrones globales de la biodiversidad y las enfermedades infecciosas tanto espacial como temporalmente.
Para lograrlo, el investigador hizo referencias cruzadas en varias bases de datos abiertas sobre la salud humana y animal, la expansión del ganado y la pérdida de biodiversidad. Un análisis inicial mostró que el número de epidemias identificadas en los seres humanos en cada país aumentó en correlación con la pérdida de biodiversidad local (16.994 epidemias causadas por 254 enfermedades infecciosas entre 1960-2019). La aparición de epidemias es una señal preocupante para el futuro de la conservación de las especies, ya que podría ser una señal de la marcha de la biodiversidad hacia la extinción. La relación entre el número de especies en peligro de extinción y el número de epidemias primero aumenta, luego alcanza su punto máximo, antes de finalmente disminuir.
Sin embargo, el riesgo de una epidemia no disminuye con la desaparición de una especie, sino que, por el contrario, se ve reforzado por el creciente número de cabezas de ganado. Los datos correspondientes al período 2006-2019 confirman este segundo resultado, situándolo en el centro de un posible riesgo para la salud. La expansión del ganado en todo el mundo afecta directamente a la vida silvestre, así como la incidencia de las epidemias en los seres humanos y en los animales domésticos.
El estudio plantea la cuestión del lugar que ocupan los animales de granja y su aumento en todo el mundo, que varía en función de factores como la demografía y la dieta humanas. A fin de reducir el riesgo para la salud y proteger la diversidad biológica es necesario tener en cuenta el valor cultural de los animales para reflexionar sobre el lugar que ocupan tanto las especies silvestres como las domesticadas.
En futuros estudios se examinará el papel que desempeña el ganado en las pandemias estudiando, por un lado, el cultivo de las proteínas vegetales necesarias para la alimentación, que contribuye a reducir el espacio para los animales salvajes, y por otro, el papel del ganado como puente epidemiológico entre la fauna silvestre y los seres humanos que facilita la transmisión de patógenos.