MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos) sugiere que una cepa de coronavirus que recientemente ha alarmado a la industria porcina puede tener el potencial de propagarse a los humanos también.
La cepa del coronavirus, conocida como el coronavirus del síndrome de diarrea aguda porcina (SADS-CoV), surgió de los murciélagos y ha infectado a las manadas de cerdos en toda China desde que se descubrió por primera vez en 2016. Los brotes de esta enfermedad tienen el potencial de causar estragos económicos en muchos países del mundo que dependen de la industria porcina.
La amenaza potencial del virus para las personas se demostró en pruebas de laboratorio que mostraron que el SADS-CoV se replicaba eficientemente en las vías respiratorias y las células intestinales humanas. Los hallazgos se han publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Aunque está en la misma familia de virus que el SARS-CoV-2, que causa la enfermedad respiratoria COVID-19 en humanos, el SADS-CoV es un alfacoronavirus que causa enfermedades gastrointestinales en los cerdos. El virus causa diarrea y vómitos severos y ha sido especialmente mortal para los lechones jóvenes. El SADS-COV también es distinto de dos alfacoronavirus del resfriado común que circulan en los humanos, el HCoV-229E y el HCoV-NL63.
"Mientras que muchos investigadores se centran en el potencial emergente de los betacoronavirus como el SARS y el MERS, en realidad los alfacoronavirus pueden resultar igualmente prominentes, si no mayores, preocupaciones para la salud humana, dado su potencial para saltar rápidamente entre especies", explica uno de los líderes de la investigación, Ralph Baric.
Aunque hasta la fecha no se sabe que el SADS-CoV afecte a los humanos, la pandemia de COVID-19 sirve como un potente recordatorio de que muchas cepas de coronavirus que se encuentran en animales tienen el potencial de infectar también a los humanos, un efecto conocido como derrame.
Los investigadores probaron varios tipos de células infectándolas con una forma sintética de SADS-CoV para comprender cuán alto podría ser el riesgo de contaminación entre especies. La evidencia del estudio indica que una amplia gama de células mamíferas, incluyendo células primarias de pulmón e intestino humano, son susceptibles a la infección. Según los científicos, el SADS-CoV muestra una mayor tasa de crecimiento de las células intestinales que se encuentran en el intestino humano, a diferencia del SARS-CoV-2, que infecta principalmente las células pulmonares.
La inmunidad cruzada a menudo impide que los humanos contraigan muchos coronavirus que se encuentran en los animales. Sin embargo, los resultados de las pruebas realizadas por este equipo de investigadores sugieren que los humanos aún no han desarrollado esa inmunidad al SADS-CoV.