MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El estrés, el sedentarismo y el aislamiento social que ha generado la pandemia son las principales razones de que la salud cerebral haya empeorado en estos últimos meses, según ha expresado el cicepresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en el marco de la Semana del Cerebro, que este año se celebra del 13 al 18 de octubre.
"Este año, si cabe, es aún más relevante que nunca tener presente los hábitos que son beneficiosos porque debido a la pandemia y al confinamiento hemos llevado a cabo prácticas perjudiciales para nuestro cerebro y las consecuencias ya las hemos podido observar en algunos de nuestros pacientes", comenta Porta-Etessam. "Aunque aún es pronto para poder estimar el verdadero impacto que ha tenido el confinamiento en la población o en nuestros pacientes, los estudios y los informes que se han estado publicando en pacientes españoles apuntan todos en la misma línea", ha añadido.
"El estrés no solo es uno de los principales factores precipitantes de ciertas enfermedades neurológicas, como ocurre con las cefaleas, sino que también favorece a que se manifiesten antes o empeoren los síntomas de otras enfermedades, como es el caso de las enfermedades neurodegenerativas. Por otra parte, el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas o cerebrovasculares", ha destacado el doctor, quien también ha señalado que, aunque la situación actual no lo facilite, es "muy importante" buscar fórmulas para potenciar las relaciones sociales y afectivas, evitando la incomunicación o el aislamiento social. "El cerebro humano es muy social y emocional y necesita de este tipo de estímulos para permanecer sano".
En este sentido, el experto afirma que la Semana del Cerebro surge precisamente no solo para dar a conocer las principales enfermedades neurológicas, sino también para fomentar prácticas que ayuden a prevenirlas y permitan "el correcto funcionamiento de este órgano tan importante".
En los últimos años, son muchos los estudios que señalan que llevar hábitos de vida saludables podría ayudar a reducir considerablemente el número de personas afectadas por una enfermedad neurológica. "En el caso de los ictus, por ejemplo, que es la segunda causa de muerte (la primera en mujeres) en España, casi el 90 por ciento de los casos se podrían prevenir con un adecuado control de los factores de riesgo y el tratamiento de los mismos", ha señalado. Ha añadido que, en el caso del Alzheimer, que es la primera causa de discapacidad en España, "se calcula que la puesta en práctica de hábitos de vida saludables podría reducir hasta un 40 por ciento el riesgo de desarrollar esta enfermedad".
En este sentido, desde la SEN recomiendan la puesta en práctica de una serie de consejos para la buena salud cerebral: realizar actividades que estimulen la actividad cerebral y mantengan mentalmente activo como leer, escribir, memorizar números de teléfono, participar en juegos de mesa, realizar actividades manuales, completar crucigramas, aprender y practicar un nuevo idioma; ejercitar algún tipo de actividad física de forma regular, bien sea mediante la práctica de un deporte o realizando uno o dos paseos diarios de al menos 30 minutos; y potenciar las relaciones sociales y afectivas evitando la incomunicación, el aislamiento social y el estrés.
Por otro lado, aconsejan la realización de una dieta equilibrada, evitando el exceso de grasas animales y de sal y potenciando el consumo de frutas y verduras; unos hábitos de vida saludables sin consumo de alcohol, tabaco y drogas y dormir 8 horas diarias; controlar la hipertensión, dado que es el principal factor de riesgo de enfermedades cerebrovasculares como el ictus; además de proteger el cerebro contra las agresiones físicas del exterior mediante la utilización sistemática del cinturón de seguridad en los vehículos y del casco cuando se viaja en moto.