MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La estrategia de las muñecas rusas para liberar fármacos es eficaz contra las infecciones por 'Staphylococcus aureus', según un estudio colaborativo entre CIBERES, CIBER-BBN y SEPAR y que ha sido publicado recientemente en la revista 'Nanomedicine'.
El año 2019 el grupo de investigación de Innovación en Infecciones Respiratorias y Diagnóstico de la Tuberculosis del Instituto de Investigación Germans Trias y Pujol (IGTP) publicaron un estudio sobre el encapsulamiento del antibiótico rifampicina en nanopartículas PLGA (ácido poli-láctico-co-glicólico), de manera que llegaba más fármaco a la diana que administrándolo solo.
En el trabajo utilizaron un modelo que simula la liberación del fármaco por vía oral, y demostraron que las nanopartículas protegen el antibiótico de los ácidos del estómago, que normalmente destruyen un 25 por ciento de la dosis, permitiéndole llegar al flujo sanguíneo y liberar lentamente el tratamiento. En este caso la rifampicina se utilizó para tratar 'mycobacterium' tuberculosis, el microorganismo causante de la tuberculosis.
En este estudio han utilizado una tecnología similar, esta vez para tratar la bacteria 'Staphylococcus aureus' con cloxacilina encapsulada. 'S. aureus' es un microorganismo que se encuentra en el tracto respiratorio superior en un 30 por ciento de los individuos sanos pero que puede desarrollar diferentes condiciones, desde casos en que los individuos son portadores, pero no muestran síntomas, hasta afecciones mortales como la sepsis.
Además, 'S. aureus' resistente a la meticilina (MRSA, por las siglas en inglés) es la causa de un número creciente de infecciones que no se pueden tratar con antibióticos estándar, especialmente en entornos hospitalarios. "Este segundo estudio es importante porque muestra que esta tecnología tiene el potencial para usarse para combatir distintos tipos de bacterias", ha explicado la investigadora postdoctoral CIBERES en el IGTP, primera autora del estudio, Alicia Lacoma.
Las nanopartículas que contienen fármacos muestran una buena actividad antimicrobiana en condiciones ácidas y neutrales. Liberan el antibiótico lentamente y no dañan las células circundantes. "Esta tecnología no es solo efectiva contra MRSA, su uso generalizado permitiría una acción dirigida de los antibióticos solamente en el punto de la infección, cosa que reduciría todavía más la expansión de bacterias resistentes y los efectos secundarios. El siguiente paso es comparar el efecto de la cloxacilina sola o dentro de las nanopartículas en 'S. aureus' susceptible y resistente, en un modelo de neumonía de ratón", ha zanjado la experta.