La escasez de agua, saneamiento e higiene en países de renta baja puede contribuir a la aparición de patógenos mortales

Archivo - Una niña y su abuela distrito con falta de suministro de agua en el distrito de Long Phu, provincia de Soc Trang (Vietnam).
Archivo - Una niña y su abuela distrito con falta de suministro de agua en el distrito de Long Phu, provincia de Soc Trang (Vietnam). - UNICEF/UNI400820/VIET HUNG - Archivo
Publicado: miércoles, 20 septiembre 2023 7:30

MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio sugiere que la bacteria 'Escherichia coli' y otros microbios causantes de enfermedades se transmiten fácilmente entre humanos y animales en Camboya, un país en el que en muchas regiones faltan agua limpia, saneamiento y controles higiénicos. Según los autores, este intercambio continuo, junto con el uso no regulado de antibióticos, propicia la aparición y propagación de 'E. coli' resistente a los medicamentos.

Maya Nadimpalli, colaboradora científica del Centro de Acción para la Investigación de Antibióticos de la Universidad George Washington (Estados Unidos), y sus colegas internacionales, llevaron a cabo la investigación en Phnom Penh, una zona urbana donde humanos y animales viven a menudo en estrecha proximidad sin agua limpia ni otros controles ambientales que ayuden a prevenir la propagación de 'E. coli' y otros microbios potencialmente peligrosos.

Nadimpalli trabajó con Lance B. Price, Director del Centro de Acción contra la Resistencia a los Antibióticos de la GW, y su equipo, para comparar la secuencia genética de la 'E. coli' obtenida de seres humanos que vivían en Phnom Penh y de carne comprada en el mercado de esa ciudad.

El equipo, en el que han participado investigadores del Instituto Pasteur de Francia, con el apoyo de coautores de Dinamarca y Bélgica, identificó múltiples elementos genéticos que confieren resistencia a potentes antibióticos y que estaban ampliamente dispersos entre los seres humanos y los animales destinados a la producción de alimentos en Phnom Penh.

"Los resultados de nuestro estudio nos dejaron boquiabiertos. Sugirieron que las cepas de E. coli de personas y animales intercambiaban ADN a tasas que no vemos en los países de ingresos altos. Y el ADN que compartían las hacía resistentes a algunos de los antibióticos más importantes en medicina humana --afirma Price, que también es profesor de salud ambiental y laboral en la Universidad George Washington--. Los países que carecen de un acceso generalizado al agua potable y otros controles medioambientales podrían estar gestando sin querer la próxima pandemia".

El estudio, publicado en la revista 'Frontiers in Ecology and the Environment', sugiere que el entorno de Phnom Penh creó muchas oportunidades para el intercambio de bacterias y elementos genéticos que confieren resistencia a los antibióticos.

La mayor parte de la carne y el pescado que se venden en los mercados de Phnom Penh se cultivan en zonas rurales. La falta de tratamiento de aguas residuales en las zonas rurales puede provocar la contaminación del agua potable para humanos y animales.

Los peces de piscifactoría pueden alimentarse con desechos de cerdos y aves de corral. Además, algunos habitantes de Phnom Penh consumen habitualmente carne o pescado poco cocinados, señala Nadimpalli, que también es profesor adjunto de salud ambiental en la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad Emory.

"Garantizar un acceso constante a agua limpia y saneamiento puede mejorar la salud y el bienestar de las personas de muchas maneras --asegura Nadimpalli--. Hemos sospechado que también podría ayudar a la resistencia a los antibióticos, pero nuestros hallazgos muestran que mejorar el acceso al agua potable y al saneamiento es realmente necesario -tanto en humanos como en animales destinados a la alimentación- si queremos tener una oportunidad de luchar para preservar los antibióticos para la salud humana".

El estudio demostró que las cepas de 'E. coli' de Phnom Penh habían desarrollado resistencia a dos potentes antibióticos utilizados para tratar a los seres humanos: las cefalosporinas y las fluoroquinolonas.

Las personas que enferman por ingerir alimentos o estar expuestas a 'E. coli' y otros microbios resistentes a los fármacos pueden desarrollar infecciones potencialmente mortales. Los expertos en salud pública calculan que las infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos causan más de 1,3 millones de muertes al año en todo el mundo.

En países de renta alta como Estados Unidos, los expertos se centran en desarrollar antibióticos más eficaces y conseguir que la población evite el uso innecesario de antibióticos.

Sin embargo, este estudio sugiere que el problema de la resistencia a los antibióticos no desaparecerá a menos que las autoridades de salud pública aborden la falta de acceso constante a un saneamiento básico y otros controles ambientales en los países donde se está intensificando la producción de animales destinados a la alimentación.

"Se trata de un problema urgente de salud pública que exigirá que los responsables políticos, los investigadores y otros agentes colaboren para reducir el riesgo --recuerda Price--. Para combatir esta amenaza, los expertos tendrán que abordar la falta de saneamiento básico y otros controles ambientales que están provocando la aparición y propagación de patógenos resistentes a los antibióticos que nos amenazan a todos".