MADRID, 8 Oct. (EDIZIONES) -
En España más de 3 millones de personas padecen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una patología respiratoria crónica producida por la inhalación de una sustancia tóxica, generalmente el tabaco. Está muy ligada a los fumadores y es que, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el 80% de estos pacientes han sido fumadores.
Ahora bien, estamos en pandemia de COVID-19, una infección cuya primera diana son los pulmones (luego tiene otras muchas). "En la EPOC se produce una obstrucción al flujo aéreo y una dificultad para vaciar el aire de los pulmones. Este daño hace que las paredes de los alveolos se destruyan, los bronquios se engrosen, y los pulmones fabriquen más moco de lo normal, lo que hace que se obstruyan las vías respiratorias", explica la sociedad científica española.
En una entrevista con Infosalus, el secretario el área de EPOC de ésta, y neumólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, el doctor Carlos Cabrera López, reseña que se trata de una enfermedad que hace que el humo del tabaco inflame todas las vías aéreas y acaba rompiendo el tejido pulmonar. "Estas personas presentan mucha dificultad al hacer ejercicio y como es progresiva, habitualmente es causa de oxigenoterapia crónica", resalta.
Por eso, incide en que las personas que padecen EPOC son población de riesgo frente a la infección de SARS-CoV-2. "La EPOC no es factor de riesgo para infectarse, como sí la enfermedad renal crónica, pero una vez que un enfermo con EPOC se contagia de COVID-19 sí tiene una mayor mortalidad. Entonces, la EPOC no es predisponente a infectarse, pero una vez contagiado, sí que se muere más que una persona normal", advierte el neumólogo canario.
De hecho, sostiene que estos enfermos generalmente desarrollan cuadros más graves frente a la infección de COVID-19, tienen así un peor pronóstico y su índice de mortalidad es mayor. "La EPOC merma la reserva respiratoria del paciente, y cuando uno debería tenerla al 100%, con la EPOC la tiene al 30-40-50-60 %, de forma que con la infección del nuevo coronavirus se pone más en compromiso el aparto respiratorio siendo, por tanto, la mortalidad en EPOC mayor", reitera el doctor Cabrera.
De hecho, según una investigación reciente del Instituto de Salud Global del University College de Londres, la EPOC incrementa en 17,8 veces las probabilidades que una persona ingrese en la UCI. Al mismo tiempo, este mismo estudio también demuestra que las probabilidades de sufrir una versión grave de la COVID-19 incrementan 6,4 veces en los enfermos de EPOC. "Los enfermos de EPOC tienen también más probabilidad de ventilación invasiva y de complicaciones posteriores frente a la COVID-19", agrega.
EL PULMÓN YA ESTÁ DAÑADO
Entonces, ¿por qué es altamente mortal la combinación entre la EPOC y la COVID-19? El neumólogo de la SEPAR explica que el pulmón ya está dañado una vez entra el virus SARS-CoV-2. "A una persona normal la COVID-19 la mata la insuficiencia respiratoria. Si tengo el pulmón al 100%, igual me daña el 50%. Pero en la EPOC ya su función pulmonar está previamente disminuida. Por tanto, la COVID-19 actuará sobre el pulmón dañado que no tiene la misma capacidad de recuperación que un pulmón sano. Es normal, por tanto, que si se hace daño en un pulmón ya dañado, aumente la estancia hospitalaria en UCI, así como la mortalidad", advierte.
Aquí pide a todos los pacientes con EPOC extremar y ser súper cautos con las medidas de seguridad para evitar la infección. "Esto no significa que no puedan hacer cosas normales, como salir a dar un paseo, pero sí deben evitar sitios sin corrientes, cerrados, muy concurridos, y estar con personas que no sean de su entorno habitual", afirma.
De hecho, señala que los enfermos más graves de EPOC, que están exentos de llevar mascarilla ya que les puede dificultar la respiración, "todos la usan, aunque estén graves, porque saben que el riesgo de coger la enfermedad puede ser el mismo, pero que si la cogen tienen más probabilidades de morir", sentencia el neumólogo canario.