MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
La eritropoyetina (EPO) ayuda a proteger y reparar cerebros vulnerables, aunque sigue siendo un misterio cómo lo hace este medicamento contra la anemia. Los análisis genéticos realizados por un equipo de investigación multiinstitucional revelan que la EPO puede utilizar su magia neuroprotectora modificando los genes esenciales para regular el crecimiento y el desarrollo del tejido nervioso, así como los genes que responden a la inflamación y la hipoxia. Los resultados del estudio piloto se presentarán durante la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas 2018, que se celebra en Toronto, Canadá.
"Durante el último trimestre del embarazo, el cerebro del feto experimenta un gran crecimiento. Cuando los bebés nacen semanas antes de las fechas de parto, los cerebros en desarrollo de estos recién nacidos son vulnerables", dice la autora principal de la investigación An Massaro, neonatóloga asistente en 'Children's National Health System', en Estados Unidos. "La EPO, una citoquina que protege y repara las neuronas, es un enfoque terapéutico muy prometedor para apoyar el desarrollo de cerebros de recién nacidos de edad gestacional extremadamente baja", añade.
El equipo de investigación investigó si los micro-bebés prematuros tratados con EPO tenían perfiles distintos de metilación del ADN y cambios relacionados en la expresión de genes que regulan cómo el cuerpo responde a factores estresantes ambientales como la inflamación, la hipoxia y el estrés oxidativo. También evaluó los cambios en los genes implicados en la diferenciación glial y la mielinización, la producción de una capa aislante esencial para un sistema nervioso que funcione correctamente.
Los análisis genéticos son una ramificación de un gran ensayo clínico aleatorizado de la EPO para tratar a bebés prematuros nacidos entre las 24 y 27 semanas de gestación. El ADN de 18 recién nacidos incluidos en el ensayo clínico se aisló de especímenes extraídos dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento y el día 14 de vida. Un total de 11 recién nacidos fueron tratados con EPO; un grupo de control de siete bebés recibió placebo.
NEUROPROTECCIÓN DE LA EPO POR MEDIACIÓN DE LA REGULACIÓN EPIGENÉTICA DE CIERTOS GENES
La metilación del ADN y el análisis completo del transcriptoma identificaron 240 regiones metiladas diferencialmente candidatas y más de 50 genes asociados que se expresaron diferencialmente en niños tratados con EPO en comparación con el grupo control. La prueba de ontología genética redujo aún más la lista de cinco genes candidatos que son esenciales para el neurodesarrollo normal y para reparar la lesión cerebral.
Se trata de Neurogenina 1, un factor de transcripción que rige la progresión de la neurogénesis; FOS como 1, implicados en el desarrollo de déficits cognitivos después de la depravación con oxígeno (hipoxia); la proteína 2 que interacciona con la proteína quinasa 8 activada por mitógeno que codifica una proteína de andamiaje ampliamente expresada en el cerebro (los modelos experimentales que carecen de esta proteína muestran tendencias autistas); la resistencia a los inhibidores del homólogo A de colinesterasa 8, un jugador esencial en la generación de nuevas células cerebrales, y el complejo mayor de histocompatibilidad, clase II, DR alfa, un agente central en la función apropiada del sistema inmune.
"Estos hallazgos sugieren que el efecto neuroprotector de la EPO puede estar mediado por la regulación epigenética de los genes implicados en el desarrollo del sistema nervioso y que juegan un papel fundamental en la respuesta del cuerpo a la inflamación y la hipoxia", concluye la doctora Massaro.