MADRID 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las enfermedades crónicas son la segunda causa de dolencia crónica en la infancia, y entre el 30 y el 50 por ciento de los niños arrastra su dolencia hasta la edad adulta, según destacaron los expertos que participaron en el XIII Congreso anual de la Sociedad de Reumatología de la Comunidad de Madrid (SORCOM).
Estos expertos destacaron que, a pesar de que la incidencia y prevalencia es baja con respecto a otras dolencias como el asma infantil, la enfermedad celíaca o la diabetes, las enfermedades reumáticas son un importante problema de salud en la infancia.
El miembro del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro, la doctora Silvia Rodríguez, indicó que "se trata de enfermedades que pueden causar limitaciones y, en ocasiones, importantes discapacidades no sólo en esta etapa de la vida, sino también en otras más avanzadas".
En concreto, indicó que la más común de estas las enfermedades reumáticas en la infancia es la artritis idiopática juvenil (AIJ), que es también la que puede generar un mayor grado de invalidez. Además, esta enfermedad inflamatoria crónica es una de las principales causas del desarrollo de osteoporosis en niños y alteraciones de la densidad de la masa ósea.
Según explicó, "el incremento de la masa ósea es muy elevado durante los tres primeros años de vida y desciende hasta que se inicia la pubertad. Es en esta época, durante la adolescencia, donde se produce entre el 40 y el 60 por ciento de esta masa ósea, que disminuye hasta estabilizarse entre los 20 y los 25 años, momento en el que se alcanza el pico de masa ósea máximo", dijo.
Asimismo, añadió que "cualquier factor que afecte al crecimiento o a la mineralización ósea durante estas etapas puede producir una disminución del pico de masa ósea, lo que conlleva una predisposición al desarrollo de osteoporosis en la edad adulta, pudiendo el riesgo de fractura estar aumentado de por vida".
Por otro lado, señaló que la osteoporosis infantil también está asociada a otras enfermedades como el cáncer o desarreglos nutricionales. "En este sentido, es muy destacable el aumento significativo de la supervivencia de niños y adolescentes que han sufrido leucemia, linfoma u otros tumores sólidos", subrayó.
Esta especialista recomendó la exposición al sol y actividad física, así como adquirir unos hábitos nutricionales adecuados ya desde pequeños para poder prevenir que estas dolencias óseas, entre ellas la osteoporosis infantil, se agraven. "Asimismo, es necesario controlar la actividad inflamatoria de la enfermedad en cuestión e intentar usar corticoides con la mínima dosis eficaz y el menor tiempo posible", insistió la doctora Rodríguez.