¿Qué es una enfermedad autoinmune?

Dolor, espalda, enfermedad autoinmune
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Actualizado: miércoles, 5 abril 2017 8:03

   MADRID, 5 Abr. (EDIZIONES) -

    Todas las personas tenemos nuestras defensas. Éstas regulan las células, la relación con las hormonas y la función de defendernos de infecciones. Esto tiene mecanismos de activación y desactivación. Cuando una persona tiene la suma de la predisposición genética, y el contacto con infecciones en un determinado ambiente, puede ocurrir que esas defensas se alteren y bien, o no se desactiven, o por el contrario, se activen y reconozcan como erróneas las defensas y confundan estructuras propias del ser humano como si fueran extrañas e intenten rechazarlas.

Aquí surge la enfermedad autoinmune, que se manifiesta, por ejemplo, en una situación de fiebre, en una inflamación pulmonar o de diferentes órganos, o en un dolor muscular, según explica a Infosalus Lucio Pallarés, coordinador del Grupo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y especialista del Hospital Juaneda Miramar de Mallorca.

   "Todo depende de la cantidad de defensas alteradas, porque tenemos muchas defensas, y a qué órgano o tejido se dirigen. Por una lado se encontrarían los casos en los que hay muy pocas defensas alteradas y sólo se afecta a la piel; el caso de personas con intolerancia al sol o lesiones cutáneas que se curan con un tratamiento sencillo. En el otro extremo estaría la afectación de articulaciones y una situación de enfermedad grave, con una gran cantidad de defensas alteradas", detalla el especialista en enfermedades autoinmunes.

También intervienen las hormonas, asegura, y además se da la circunstancia de que tienen una mayor predisposición a padecer este tipo de enfermedades las mujeres. "De cada diez personas, siete suelen ser mujeres y tres varones. En general, por esa predisposición hormonal", apostilla el experto.

LOS TRATAMIENTOS

   Pallarés indica que hay una serie de tratamientos que modulan las defensas, los llamados 'inmunosupresores', que regulan las defensas. A su vez, precisa que hay otro tratamiento, "la famosa cortisona", el antiinflamatorio "más potente", "muy bueno como tratamiento de choque" pero, a su juicio, con una "mala fama merecida" porque es una causa de pérdida de calcio, de infecciones, aumenta la arterioesclerosis o la hipertensión, cuando se administra durante mucho tiempo, y a diario. "Se está cambiando a darla en momentos puntuales y en altas cantidades porque les puede salvar de situación importante a los pacientes. Pero siempre como algo puntual, y no como tratamiento prolongado", sentencia.

   En algunas ocasiones, dice que las enfermedades autoinmunes se han clasificado como 'raras' cuando no lo son. "Afectan a más de cincuenta personas por cien mil habitantes, como dice la OMS. Entonces, estas enfermedades están por encima de ese ratio. El lupus, por ejemplo, tiene una incidencia de 1.100 por millón de habitantes, y lo que ocurre es que como son patologías poco conocidas se confunden con enfermedades raras", avisa.

   Preguntado por si son las enfermedades de moda, ya que cada vez se conocen más casos, el experto indica que hay cada vez más porque se reconocen mejor y se recogen mejor. "No es que haya habido un problema ambiental que las haya favorecido sino una mejor recogida de datos y de contabilidad", aclara el doctor del Hospital Juaneda Miramar de Mallorca.

   Las más comunes por número de pacientes afectados serían la artritis reumatoide, el 'síndrome de Sjögren' y el lupus. "Sobre cuál es por excelencia la reina de esas enfermedades, ésta es el lupus, la más complicada y por desgracia también la más grave, ya que puede tener afectación de cualquier órgano", puntualiza.

   En este contexto, Pallarés comenta que el tratamiento depende de cada enfermedad, y que estos suelen diseñarse "a medida del paciente", a través de una combinación personalizada de los medicamentos. A su juicio, siempre que se dé el caso de un paciente de enfermedad autoinmune el mejor especialista para tratarlo son los internistas o los reumatólogos.