MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La carrera de abogacía es una carrera de fondo que requiere muchas horas de dedicación y estudio por lo que es frecuente que los abogados pasen por diferentes etapas pasando por la emoción hasta la desilusión por su trabajo y, de hecho, según apunta un nuevo estudio de la Universidad de Bath (Reino Unido), esta carrera profesional avanza a través de cuatro etapas emocionales distintas en su lucha por llegar a la cima y asegurar un codiciado puesto de socio.
El estudio de los profesionales jurídicos, publicado en 'Wiley online library', mostró que los abogados progresaron desde la emoción y la anticipación al comienzo de su carrera, seguidas por el miedo y la ansiedad mientras buscan un ascenso, hasta el orgullo y la alegría de haber conseguido un puesto de alto nivel y, finalmente, experimentar la desilusión y la decepción por la falta de mayores cambios.
Estos hallazgos señalan que, en los despachos de abogados, la progresión profesional es el principio organizativo central que estructura la vida laboral de los profesionales del derecho. Además, las emociones prevalecen, son compartidas y complejas: los socios tienen fuertes vínculos entre sí y con sus jóvenes protegidos, y se concede gran importancia a la asociación como pináculo del éxito profesional.
"Existe mucha literatura sobre estrategias individuales de gestión de carreras y prácticas de promoción organizacional, pero estábamos interesados en las experiencias 'sentidas' y en explorar los aspectos emocionales del empleo. Las carreras de los profesionales están llenas de emociones: algunos de los abogados que entrevistamos usaban frases como "amor" cuando hablaban de asociación y sentían un gran orgullo cuando eran ascendidos", afirma la doctora Stefanie Gustafsson, de la Escuela de Administración de la Universidad.
Asimismo, la doctora Gustafsson asegura que, aunque la investigación se ha centrado en los abogados, "lo aprendido podría aplicarse igualmente a cualquier profesión importante". "Estos empleados atraviesan una montaña rusa de emociones desafiantes, positivas y negativas, que recursos humanos y los gerentes de línea deben considerar y comprender, particularmente para desarrollar habilidades de afrontamiento y brindar apoyo en culturas donde se celebra el éxito pero con frecuencia se estigmatiza el fracaso", añade.
"Las conversaciones profesionales, como las evaluaciones o revisiones, deberían crear un espacio para hablar no solo sobre el desempeño práctico, sino también sobre las emociones y encontrar formas significativas de avanzar, particularmente cuando los empleados sufren reveses en su carrera cuando están emocionalmente involucrados", afirma la doctora Gustafsson.
La investigación también revela cómo el valor incuestionable y la inversión emocional compartida asociada a lograr un rol de socio en una firma de abogados (un principio integrado en el sistema desde el principio) significa que un empleado que quisiera tomar una ruta alternativa no sería tan bien considerado como aquellos que se esforzaron por llegar a la cima.
"Los gerentes deben desafiar las percepciones negativas sobre carreras profesionales alternativas y participar en un cambio cultural positivo para crear un pensamiento más diverso y tolerante sobre carreras fuera de las vías del tren definidas. A las personas se les deben dar opciones y no sentirse devaluadas por tomarlas", concluye la doctora Gustafsson.
