MADRID 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Saint Louis, en Estados Unidos, han encontrado evidencias de que una toxina producida por el cerebro es responsable de la serie de eventos celulares que llevan a la aparición del Parkinson. Este estudio, publicado en 'PLoS One', demuestra que la toxina DOPAL juega un papel clave en la desaparición de las neuronas de la dopamina que activan la enfermedad.
En anteriores estudios, los científicos de esta universidad descubrieron que DOPAL parecía ser responsable de la muerte de las células de dopamina sanas, que a veces causa el desarrollo del Parkinson. Ahora, estos investigadores han encontrado más pruebas, en modelos animales, que respaldan esta sospecha.
El Parkinson es un desorden del movimiento debilitante y neurodegenerativo que afecta al 2 por ciento de los individuos mayores de 65 años y a entre el 4 y el 5 por ciento de los mayores de 85 años.
Este desorden está relacionado con una pérdida de neuronas de dopamina y se caracteriza por la bradikinesia (dificultad y lentitud para ejecutar los movimientos, sobre todo los automáticos) y los temblores durante el descanso.
La dopamina, un elemento químico vital que permite coordinar funciones a las neuronas que controlan los músculos y el movimiento del cuerpo, es producida por las células nerviosas en la sustancia negra del cerebro.
Cuando el 80 por ciento de estas células muere o resulta dañado, los síntomas de la enfermedad de Parkinson comienzan a aparecer, entre ellos los temblores, lentitud de movimientos, rigidez y dificultad para mantener el equilibrio.
Para el líder de este estudio, W. Michael Panneton, profesor de Farmacología y Ciencias Fisiológicas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis, esta investigación supone un gran paso hacia la comprensión del Parkinson.
"En el Parkinson, sabemos que la muerte de las células de dopamina es responsable de los síntomas que presentan estos pacientes, pero nadie sabe por qué mueren estas células", dice.
Los científicos conocen sólo algunas piezas del puzle, como que los pacientes con Parkinson sufren una pérdida de neuronas de dopamina en una parte del cerebro denominada sustancia negra, lo que lleva a pérdidas severas de dopamina en otra parte del cerebro denominada estriatum, y la agrupación de una proteína denominada alfa-synuclein.
La alfa-synuclein se encuentra todo en el cerebro. En algunas personas, la proteína se junta. Estos investigadores han descubierto que es DOPAL lo hace que esta proteína se agrupe en el cerebro. Esto induce después al incremento de DOPAL, lo que genera la muerte de las células productoras de dopamina, lo que a veces causa los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
En la actualidad, la principal aproximación a esta enfermedad consiste en tratar sus síntomas reemplazando la dopamina que se ha perdido con la muerte de las células que la producen. Sin embargo, esta aproximación no previene la pérdida de las neuronas productoras de dopamina causante del Parkinson. Estos descubrimientos abren una nueva vía para prevenir, en el futuro, la pérdida de neuronas productoras de dopamina y así la progresión de esta enfermedad.