MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Aproximadamente el 20 por ciento de los embriones colapsan durante su desarrollo embrionario, reduciéndose de manera significativa su potencial de implantación, según embargo, un estudio muestra que la eclosión asistida eleva a un 60 por ciento la tasa de gestación de los embriones tras su colapso.
El estudio, que está dirigido por el doctor Marcos Meseguer, ha sido presentado y premiado recientemente en el XI Congreso ASEBIR (Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción), celebrado en Toledo.
El hecho de que colapsen implica la separación de más de la mitad de las células del trofoectodermo de la zona pelúcida, lo cual reduce de manera significativa su potencial de implantación. La zona pelúcida es como una cáscara, una barrera protectora que tiene el embrión y que está formada de proteínas y azúcares. Es elástica y moldeable, lo cual le permite adaptarse al crecimiento del embrión.
"Sería algo similar a la cáscara de un huevo que, a medida que crece el embrión, va quebrantándose para dejarle salir. El trofoectodermo, por su parte, es el grupo de células que llegan al endometrio y lo invaden, dando así lugar a la placenta. Realmente el trofoectodermo forma gran parte de la estructura del blastocisto, que crece hasta acabar rompiendo la zona pelúcida, como hemos apuntado", explica el embriólogo y supervisor científico de IVI.
"Se trata de un estudio que muestra un incremento significativo en cuanto a las tasas de gestación en el grupo de embriones colapsados durante su desarrollo a los que se realiza una eclosión asistida (Assisted Hatching -AH, por sus siglas en inglés-) tras desvitrificarlos, pasando de un 48% a un 60%", comenta Meseguer.
Esto iguala sus posibilidades de éxito al resto de embriones que no colapsan durante su desarrollo. "Gracias a los incubadores Time-Lapse y a la Inteligencia Artificial podemos detectar de manera automática y precisa este fenómeno de colapso. Esta teconología es necesaria para poder identificar estos embriones con menor potencial reproductivo", explica.
El AH se realizó mediante láser, eliminando un cuarto de la zona pelúcida del embrión, cuyo objetivo es demostrar que la disminución de la implantación de los embriones colapsados puede ser mejorada o revertida mediante esta eclosión asistida en embriones desvitrificados para su transferencia.
"A pesar del efecto nocivo del colapso en el potencial reproductivo del embrión, el AH nos ayuda a optimizar el potencial reproductivo del embrión, por lo que se perfila como una técnica a incorporar en la rutina de los laboratorios de fecundación in vitro (FIV) para mejorar las tasas de gestación e implantación, mejorando en última instancia los resultados de los pacientes en sus procesos de reproducción asistida", añade Meseguer.