MADRID 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La dermatóloga del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la doctora Sara Gómez Armayones, ha afirmado que las concentraciones de disruptores endocrinos permitidas en los productos cosméticos de la Unión Europea (UE), como los fotoprotectores, son "totalmente" seguras.
A pesar de que este tipo de moléculas son capaces de alterar el funcionamiento natural de las hormonas, llegando a vincularse al desarrollo de enfermedades metabólicas, inmunológicas o ciertos tipos de cáncer, la doctora Gómez ha defendido que la actual legislación es "muy estricta" y que el límite se encuentra "muy por debajo" de aquella cantidad que podría tener efectos sobre el organismo.
"Todos los cosméticos comercializados por los canales habituales son seguros y están regulados, y la legislación es muy estricta a este nivel, de hecho es la más estricta del mundo", ha manifestado la especialista, quien ha recalcado cómo la ley incluso prohíbe algunos ingredientes.
Gómez ha enfatizado que la Comisión Europea celebra un encuentro anual precisamente sobre disrupción endocrina para combatir los efectos de estas sustancias, que mayoritariamente se encuentran en el aire, ambiente doméstico, alimentos o prendas de ropa, entre otros.
Entre las sustancias permitidas se encuentran la benzofenona-3, un derivado de la benzofenona que se utiliza en cosméticos y productos de cuidado personal como estabilizador de luz, absorbente de radiaciones ultravioleta (UV) y filtro de UV; y su concentración permitida es de un 6 por ciento en productos de protección solar, mientras que en otros cosméticos solo puede llegar hasta el 0,5 por ciento.
Otra de los compuestos que se pueden encontrar en estos productos es el octocrileno, un acrilato sustituido que se utiliza como estabilizador de luz, absorbente de radiaciones UV y filtro de radiaciones UV en cosméticos, con una concentración de hasta el 10 por ciento.
La experta también ha hablado sobre los parabenos, que a nivel de sensibilización son "muy seguros" y que las tasas de alergia de contacto son "extremadamente bajas" entre la población europea.
"A nivel de efectos disruptores tenemos los de cadena larga, que están prohibidos en cosmética por su potencial disruptor, y los de cadena corta, algunos de los cuales sí están permitidos. Actualmente se considera que a las concentraciones usadas en cosmética son seguras, y además son uno los ingredientes cosméticos más usados, ya que son conservantes muy efectivos y fáciles de formular", ha añadido.
Tras ello, ha considerado "razonable" evitar estos ingredientes durante el embarazo, la lactancia y en niños de hasta tres años, aunque ha subrayado que este aspecto "no debe alarmar" al paciente, pues se tratan de medidas "de precaución" y que sus efectos no están confirmados en todos los casos.
"Lo que no debemos perder de vista es que la cosmética en Europa está sometida a una regulación muy estricta y que, por ejemplo, el uso del fotoprotector puede ser indispensable en muchas circunstancias. En los niños, deberíamos dar preferencia a cosméticos pediátricos. Y en cuanto a los ingredientes, en poblaciones vulnerables tiene sentido evitar filtros como la benzofenona 3, el homosalato o el octocrileno, teniendo clara siempre la importancia del fotoprotector", ha insistido la dermatóloga.
Asimismo, ha lamentado que algunas noticias pueden "generar alarma" entre la población e incluso llegar a la "demonización" de los productos cosméticos, a pesar de insistir en la seguridad de la regulación europea, y ha apuntado también a la necesidad de poner el foco en los hábitos de vida "más que en el impacto" de un ingrediente cosmético aislado.
"Y nunca debemos olvidar que hoy sabemos que el impacto de la quemadura solar, especialmente en la infancia, puede tener consecuencias devastadoras, muy lejos de los efectos teóricos de algunas sustancias presentes en los fotoprotectores", ha concluido.