MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Hay madres y padres que están todo el día agobiados, con el agua al cuello, que quieren ser perfectos en la crianza de sus hijos y por esa obsesión se pierden en el camino oportunidades de oro para disfrutar del desarrollo de sus hijos, de poder acompañarles.
Y esto no sólo repercute en la salud de los padres, al estar todo el día agobiados y estresados, sino que también en la de sus hijos. "Si tenemos una buena estructura a la hora de educar, toda la familia gozará de bienestar", reconoce en una entrevista con Infosalus el padre de familia numerosa y formador de educación y crianza, especializado en acompañamiento respetuoso, infancia, innovación pedagógica y crecimiento personal Ares González.
Este experto acaba de publicar 'Educar sin GPS', un manual en el que ofrece "una estructura para que tú como padre o madre sepas qué es lo que tus hijos necesitan" en su crianza y que redundará en beneficio de todos.
Así, a la hora de criar de nuestros hijos, González resalta que la primera clave es disfrutar, a pesar de que normalmente tendemos a sufrir. Para ello ve necesario atender a sus necesidades en cuanto a vínculo, acompañar su alimentación y su sueño, "que son imprescindibles", aparte de darles autonomía para crecer, y establecer unos límites.
"Sobre todo para la salud de todos los miembros de la familia es fundamental el permitirles ser y expresarse cómo son en aquellos entornos que se lo permitan, por ejemplo a través del juego. Además, dice que juega un papel "muy importante" en el bienestar de la familia que el ambiente esté calmado, porque si está estresado todo el tiempo, esto generará dificultades. "Los niños necesitan amor y estructura. El amor siempre se lo damos pero a veces nos falta esa estructura que es la que se sostiene esa crianza", asegura.
Aquí hace hincapié en la idea de que no somos unos padres perfectos, ni tampoco lo seremos, y llama la atención sobre el 'síndrome de madre perfecta', que el define como "esa madre perfecta, autoexigente y con mucho agobio y estrés, empecinada en hacerlo todo bien".
Según defiende el educador, los niños necesitan a sus padres "con defectos y virtudes", tal cual son: "Si tú, como padre estás bien tus hijos también lo estarán y si ellos lo están también lo estarás. Quien cuida, si no se cuida, no puede cuidar. Es un círculo y perdemos el foco muchas veces en este equilibrio tan necesario para vivir y disfrutar en familia".
Con ello, establece seis puntos clave a tener en cuenta, que ya avanza que cuando se tiene un hijo por primera vez es imposible cumplirlos, ya que es algo que se integra con el tiempo: presencia, cuidados, autonomía, límites, permitirles ser y bienestar familiar.
"Si intentamos normalmente hacer más de lo que podemos no somos nosotras mismas, debemos educar nosotros y saber cuáles son las mejores herramientas para ello. Ese exceso nos hace estar bien con nuestros hijos. Estamos frustrados y esto genera un estrés generalizado en la familia, que a la larga es más negativo que positivo y cuando el cerebro trabaja mejor es cuando está en calma", sostiene.
LA IMPORTANCIA DEL DESCANSO, DEL SUEÑO Y DE LA ALIMENTACIÓN
Otros de los temas que se trata en 'Educar sin GPS' son la importancia del descanso, del sueño, de la necesidad que tienen los hijos de abrazos, de caricias y de contacto con sus padres, así como de la paciencia, y de los hábitos de alimentación.
La presencia, según entiende, se define como el tiempo que pasamos con nuestros hijos y que afecta a la salud familiar. Por otro lado, sostiene que el cómo nos relacionados con ese amor y cariño con nuestros hijos es otra de sus necesidades y cuidados.
Ahora bien, según alerta este padre de familia numerosa, las dificultades en la crianza de nuestros hijos suelen provenir del sueño y de la alimentación, "fundamentales para que los niños y familias estén bien".
"En el día a día se pierden muchas horas de sueño y hay que invertir en saber cómo funciona el sueño de nuestros hijos. Es importante que duerman ellos y nosotros pero conforme van creciendo se nos va la hora y duermen menos de lo que necesitan. Debemos saber cuántas horas duermen nuestros hijos y deberían dormir. Muchos de los problemas tienen que ver con que los niños no duermen, y en realidad el niño está cansado", agrega.
Sobre el tema de la alimentación, Ares González resalta que es un tema sobre el que más se debe trabajar dado que España se encuentra entre los tres países con mayor obesidad y sobrepeso de Europa, "una pandemia invisible porque nos han educado así", cuando tenemos la dieta mediterránea, a la que no atendemos.
En última instancia, el autor de 'Educar sin GPS' habla del papel de la regulación emocional y cómo los padres podemos servir de soporte a nuestros hijos: "La rabia, la risa, el enfado, la frustración, la alegría, por ejemplo, tienen que expresarse en la infancia con toda su intensidad. Solo aceptándolas y validándolas podemos acompañar a nuestros hijos en sus necesidades".
A su juicio, los padres en la crianza debemos atender en primer lugar a sus necesidades básicas (higiene, sueño, alimentación) pero según van creciendo todo se produce el desarrollo emocional que los padres debemos apoyar. "Los niños son diamantes en bruto y poco a poco van limando sus emociones a nivel social. Los adultos debemos permitirles que lo expresen y ayudarles a reconducirlo poco a poco", sentencia.