MADRID 20 Mar. (EUROPA PRESSS) -
La elección de determinados alimentos ayudan regular el sueño del bebé, según se puede observar en diferentes estudios que apuntan una relación directa entre crononutrición y sueño, y de los que se hace eco el director de la Clínica del Sueño Dr. Estivill del Instituto Universitario Santiago Dexeus, el doctor Eduard Estivill.
"Hasta ahora la única forma de regular el sueño de un bebé era regulando sus hábitos", afirmó durante la mesa redonda 'Crononutrición, alimentación y sueño' que celebrada en el marco de la 9ª edición del Congreso Europeo de Oficina de Farmacia.
La crononutrición se refiere a la elección de los alimentos que se ingieren en cada momento del día y de la noche, para contribuir a un correcto funcionamiento de los ritmos biológicos del organismo, como es el caso del ciclo sueño y vigilia. Así, según este experto, el conocimiento de estos mecanismos del organismo puede aportar soluciones para combatir problemas de sueño en colectivos como ancianos y niños.
EL SUEÑO, CLAVE EN EL DESARROLLO
Este es el caso de la alimentación infantil, según explicó la catedrática de fisiología de la Universidad de Extremadura, la doctora Carmen Barriga, "la leche materna es la crononutrición más perfecta que existe". La doctora ha dirigido un estudio que muestra como este alimento varía su composición a lo largo del día para adaptar sus componentes a los diferentes ritmos biológicos de nuestro organismo de vigilia y sueño.
Así, observó que partir de las 18:00 horas se produce un aumento en la segregación de un aminoácido, el triptófano, que favorece la síntesis de la serotonina, produciendo una sensación de relajación que se eleva durante el periodo nocturno para favorecer el sueño.
Del mismo modo, los resultados de la investigación apuntan que las leches artificiales que integran diferentes componentes en función de la hora de la toma, imitando la materna, favorecen la regulación de los procesos de vigilia y sueño de una manera significativa.
El insomnio infantil afecta al 53 por ciento de los lactantes entre los cinco y once meses de vida, y se trata de un problema que, según la directora general científica del Grupo Ordesa, la doctora Montserrat Rivero, puede ser determinante en las primeras etapas de la vida, "de hecho los niños que han tenido problemas de sueño en el periodo lactante, tienen tres veces más problemas de insomnio a los cinco años".
Por tanto, se trata de un factor que directamente afecta a su desarrollo, ya que "es durante ese tiempo del día cuando el organismo del niño experimenta una mayor actividad de crecimiento y desarrollo, se produce la reparación cerebral y la restauración del sistema inmunitario", añadió Estivill.