MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El despertar sexual en la pubertad depende de señales enviadas desde el cerebro, una señal nace en el hipotálamo y debe llegar a los testículos o los ovarios, pero que dependerá de unas moléculas del sistema nervioso que pueden actuar como semáforos modulando esta señal, según se desprende de un estudio internacional que ha contado con la participación de un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba y del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC).
Si están en verde, la pubertad progresa y se alcanza una función gonadal completa, propia del individuo adulto. Si está en rojo, la señal se detiene y se produce ausencia en pubertad e hipogonadismo. Descubrir dónde están estos reguladores es clave para poder diseñar tratamientos más precisos en enfermedades en las que está alterada la función reproductiva.
A partir del estudio de las bases moleculares del hipogonadismo congénito, los están profundizando en el conocimiento del sistema reproductivo de hombres y mujeres.
El hipogonadismo congénito es una alteración que padece uno de cada diez mil individuos aproximadamente y causa infertilidad, además de posibles problemas en el crecimiento y alteraciones psicológicas. Este trastorno, considerado enfermedad rara por su baja prevalencia en la población, puede estar causado por la deficiencia de una señal cerebral, el GnRH. La ausencia de esta señal impide el desarrollo sexual pleno del individuo.
Según se ha observado, "la interrupción de esta señal, que cae desde el hipotálamo a los órganos sexuales como una cascada, causa diferentes problemas al individuo, desde retraso en el crecimiento o en la pubertad a la esterilidad".
SEMÁFOROS ENTRE EL CEREBRO Y LOS ÓRGANOS SEXUALES
El grupo de investigadores dirigido por el catedrático de la UCO Manuel Tena Sempere forma parte de una red europea de expertos en salud sexual y reproductiva. Coordinado por la Universidad de Lausana (Suiza), el equipo internacional ha publicado recientemente en 'Nature Reviews Endocrinology' un documento de consenso acerca de las bases moleculares y las estrategias diagnósticas y terapéuticas del hipogonadismo congénito.
En el artículo se muestran algunos mecanismos genéticos relacionados con la enfermedad, descubiertos recientemente y que pueden ser de gran ayuda para nuevos tratamientos a pacientes. "Precisamente, descubrir dónde están estos reguladores es clave para poder diseñar tratamientos más precisos en trastornos de la pubertad y la función reproductora", añaden.
El equipo científico, compuesto por especialistas de varias disciplinas, ha determinado en qué cruces están los semáforos que pueden interrumpir la señal. Estos reguladores son genes alterados que funcionan defectuosamente. Además, puede haber factores externos relacionados con los hábitos alimenticios de los individuos, así como elementos ambientales que interfieren con la maduración y la función de dichos circuitos cerebrales.
Mediante la declaración de consenso publicada ahora, los especialistas pueden desarrollar enfoques más eficientes para sus pacientes en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. De los 25 grupos de investigación participantes en el estudio, el de la Universidad de Córdoba y el IMIBIC es el único español.