MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación en la Academia de Inmunología y Microbiología, dentro del Instituto de Ciencias Básicas (IBS) y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (POSTECH,) en Corea del Sur, ha descubierto el papel de un gen clave involucrado en la enfermedad autoinmune sistémica lupus eritematoso (LES) o lupus para abreviar.
En un artículo publicado en la edición de diciembre de la revista 'Immunity', los científicos informan que los defectos en el gen Ets1 tanto en ratones como en humanos están relacionados con algunas de las anomalías características de la inmunidad del LES. Además, han encontrado un posible candidato terapéutico.
LES es una enfermedad crónica en la que el sistema inmunológico utiliza autoanticuerpos para atacar erróneamente múltiples órganos y tejidos sanos, como la piel, los riñones, las articulaciones y los vasos sanguíneos. Los factores genéticos influyen fuertemente en el desarrollo del LES: hasta la fecha, se han relacionado más de 60 genes con esta enfermedad, pero aún no se han analizado por completo.
En este estudio, los investigadores de IBS/POSTECH se centraron en el gen Ets1, uno de los cuatro genes principales asociados con LES en poblaciones asiáticas. "Una gran cantidad de pacientes con LES posee mutaciones en Ets1, pero la razón por la cual un Ets1 defectuoso está relacionado con la autoinmunidad se desconocía. Queríamos resolver este misterio", explica uno de los investigadores de este trabajo, Sin-Hyeog IM.
En un esfuerzo por comprender cómo este gen está vinculado al LES, el equipo de investigación lo eliminó de los principales tipos de células inmunes en ratones. Descubrieron que deshacerse de Ets1 en las células T CD4 + específicamente era suficiente para desarrollar autoinmunidad similar al LES. Tras una evaluación adicional, el equipo descubrió que Ets1 está involucrado en el control de la expansión de una clase de células inmunitarias recientemente descrita, conocida como células T ayudantes foliculares tipo 2 (Tfh2, por sus siglas en inglés).
BLOQUEAR UN COMPONENTE CLAVE EN LA PRODUCCIÓN DE AUTOANTICUERPOS
El aumento en Tfh2 y la producción de autoanticuerpos están relacionados: las células Tfh2 interactúan con las células productoras de anticuerpos (células B) en los ganglios linfáticos y el bazo, lo que hace que produzcan autoanticuerpos. Por lo tanto, mantener estas células Tfh2 bajo estricto control es fundamental para desviar la autoinmunidad.
Los científicos descubrieron que Ets1 funciona como una puerta de restricción que detiene la expresión de los genes clave Tfh2, bloqueando así la expansión de Tfh2. Por lo tanto, cuando Ets1 falta o está mutado, como en LES, las células Tfh2 pueden expandirse libremente, lo que lleva a la producción de autoanticuerpos. Los investigadores observaron este fenómeno en casos de LES tanto en ratones como en humanos.
Cabe destacar que el equipo de investigación también podría mitigar algunas características del LES al bloquear un componente clave en la vía de producción de autoanticuerpos conocida como IL4. Después de tratar a ratones con anti-IL4, los científicos observaron una reducción en el tamaño del bazo y el número de células productoras de autoanticuerpos.
Actualmente, no hay cura disponible para LES. Los fármacos antiinflamatorios a base de esteroides son la principal opción de terapia, y aunque alivian los síntomas agudos, también están acompañados por efectos secundarios graves. Otros fármacos estudiados se centran en el bloqueo de la activación de las células B, pero los ensayos clínicos rara vez han alcanzado importancia clínica, haciendo hincapié en la necesidad de estrategias alternativas.
"El LES es una enfermedad heterogénea, lo que dificulta el abordaje desde la perspectiva de un médico. Sin embargo, nuestros datos sugieren el uso de la terapia de bloqueo de IL4 para pacientes con expresiones de Ets1 bajo y poblaciones de Tfh2 expandidas", remarca Sin-Hyeog Im.