MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación dirigido por el Dartmouth College, en Estados Unidos, ha identificado un marcador neural no verbal del autismo que ha demostrado que las personas con autismo son más lentas para amortiguar la actividad neuronal en respuesta a las señales visuales en el cerebro, según publican en la revista 'Current Biology'.
Se descubrió que este marcador, el primero de su tipo, es independiente de la inteligencia y ofrece una forma objetiva de diagnosticar potencialmente el autismo en el futuro.
"Es difícil detectar el autismo en los niños cuando aparecen los primeros signos. Un médico capacitado puede detectar el autismo a los 18 meses o incluso antes pero la edad promedio de un diagnóstico de autismo en Estados Unidos es de aproximadamente cuatro años", explica la autora principal Caroline Robertson, profesora asistente de Ciencias Psicológicas y Cerebrales en Dartmouth y directora de la Iniciativa de Investigación de Autismo de Dartmouth.
"Necesitamos herramientas de detección objetivas y no invasivas que no dependan de evaluar el comportamiento de un niño --destaca--. Uno de los grandes objetivos del campo es desarrollar marcadores neurales objetivos de autismo que puedan funcionar con individuos no verbales. Este marcador neural es solo eso".
Se ha pensado durante mucho tiempo que las personas con autismo tienen diferencias en la inhibición de las señales neuronales en el cerebro. Se cree que esto apuntala los síntomas del autismo, como la hipersensibilidad a la información sensorial, que incluye diferencias en el procesamiento de la información visual.
Cuando el cerebro humano se presenta con dos imágenes diferentes al mismo tiempo, las imágenes oscilan de un lado a otro en la conciencia, alternando entre el ojo izquierdo y el derecho. Investigaciones previas dirigidas por Robertson han demostrado que el cerebro autista tarda más en cambiar de una imagen a otra (también conocida como rivalidad binocular más lenta) debido a las diferencias en la transmisión neural inhibitoria en el cerebro.
En el cerebro autista, el neurotransmisor GABA tiene dificultades para filtrar y regular las señales sensoriales, incluso en este caso, suprimir una de las imágenes.
El nuevo estudio utilizó imágenes cerebrales para medir la tasa más lenta de rivalidad binocular en individuos con autismo. Con estos resultados, el equipo de investigación pudo determinar con precisión si los participantes tenían autismo y predecir la gravedad de los síntomas del autismo, que se midieron utilizando evaluaciones clínicas tradicionales.
Para obtener los datos neuronales, el estudio midió las señales cerebrales de un electrodo de electroencefalografía (EEG) único que se colocó en la cabeza de un participante, sobre la región visual del cerebro. A los participantes se les presentó una de dos imágenes visuales: cuadros rojos en el ojo izquierdo y cuadros verdes en el ojo derecho que oscilaban de un lado a otro a diferentes velocidades.
La investigación reveló que los datos neuronales podrían usarse para predecir si un individuo tenía autismo con una precisión del 87 por ciento. Los hallazgos fueron sorprendentes y rastreados con medidas clínicas de autismo: los participantes con un mayor nivel de autismo tuvieron una tasa más baja de rivalidad binocular, donde el cerebro fue más lento al cambiar de una imagen a la siguiente.
La investigación ofrece una nueva promesa sobre la forma en que se diagnostica el autismo. "Esta prueba visual puede ser un marcador no verbal del autismo en adultos. Nuestros próximos pasos son aprender si esta prueba podría usarse potencialmente para detectar el autismo en niños preverbales y adultos no verbales y convertirlo en una herramienta de detección para la condición. Mientras tanto, este resultado nos da una nueva visión del cerebro en el autismo, mostrando que las regiones visuales del cerebro están afectadas", dice Robertson.
Los investigadores también señalan que las sensibilidades visuales que experimentan las personas con autismo difieren significativamente entre las personas en el espectro autista, por lo que si bien medir estas diferencias en el procesamiento visual puede no detectar el autismo en todas las personas, podría ayudar a comprender mejor el espectro autista.