MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional, en el que han participado expertos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha demostrado que un derivado del ADN --la molécula G4-ADN-- se comporta como un cable que puede transportar corriente eléctrica a grandes distancias.
El descubrimiento, publicado en la revista 'Nature Nanotechnology', podría dar lugar a una nueva nanoelectrónica basada en el uso de biomoléculas individuales. Además, estos resultados han permitido establecer por primera vez cuál es el mecanismo físico mediante el cual la carga eléctrica se puede transportar a grandes distancias a través de una biomolécula.
"El G4-ADN es un derivado del ADN que tiene una estructura de cuatro hélices, en lugar de dos como el famoso ADN. Esta biomolécula existe en la naturaleza y se encuentran pequeños trozos, por ejemplo, al final de los cromosomas de los humanos", ha explicado el investigador del Departamento de Física Teórica de la Materia Condensada de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y firmante del trabajo, Juan Carlos Cuevas.
En concreto, prosigue, la primera tarea del equipo fue modificar la estructura química de estas moléculas para hacerlas más largas y robustas. Después, investigaron sus propiedades eléctricas con la ayuda de un microscopio de fuerzas atómicas (AFM), de forma que descubrieron que cuando una de estas moléculas se deposita en un substrato aislante y se la contacta con un electrodo metálico y la punta conductora del AFM, la molécula es capaz de transportar la corriente eléctrica a distancias incluso superiores a 100 nanómetros, algo de lo que ninguna otra molécula individual es capaz.
El propio trabajo, que también firman investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad de Tel Aviv, destaca la posibilidad de utilizar estas biomoléculas para la fabricación de circuitos eléctricos de tamaño nanométrico.