MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La inflamación crónica del oído medio puede causar varios problemas y complicaciones que pueden afectar a la audición y el equilibrio de una persona. Uno de estos problemas es la formación de un colesteatoma, una acumulación anormal de células en el oído que puede causar erosión ósea si no se trata. A su vez, esto puede provocar síntomas como pérdida de audición, mareos, parálisis facial e incluso una infección cerebral.
En un estudio publicado recientemente en 'Nature Communications', investigadores de la Universidad de Osaka (Japón) han desvelado la causa de los colesteatomas, lo que podría ayudar a desarrollar nuevas terapias para los pacientes que padecen esta enfermedad.
Los colesteatomas están formados por quistes o protuberancias en el oído que consisten en piel, fibras de colágeno, células cutáneas, fibroblastos, queratina y tejido muerto.
Existen muchas teorías sobre cómo estos colesteatomas pueden causar erosión ósea, incluyendo la activación de células responsables de la descomposición de los minerales y la matriz del hueso, la presencia de marcadores inflamatorios y enzimas, y la acumulación y presión de células y tejidos muertos en el oído; sin embargo, el mecanismo exacto para la creación de colesteatomas sigue siendo desconocido.
"Un colesteatoma puede reaparecer o volver a producirse incluso después de su extirpación quirúrgica, por lo que es importante saber cuál es su causa real", ha afirmado el autor principal, Kotaro Shimizu.
Los investigadores analizaron tejidos de colesteatomas humanos extirpados quirúrgicamente a pacientes. Se empleó un proceso denominado análisis de secuenciación de ARN unicelular para identificar las células responsables de desencadenar la erosión ósea; estas se denominaron fibroblastos osteoclastogénicos.
Este estudio demostró cómo estos fibroblastos expresaban una cantidad abundante de activina A, una molécula que regula distintas funciones fisiológicas del organismo. Se dice que la presencia de activina A provoca la erosión ósea a través de un proceso en el que células especializadas inician la resorción ósea mediante un proceso en el que los minerales y la matriz de los huesos son descompuestos y absorbidos por el organismo.
Los investigadores lograron demostrar la relación entre la activina A y la erosión ósea en el colesteatoma. "Nuestro estudio demuestra que la activina A es un tratamiento potencial para los colesteatomas", ha asegurado Masaru Ishii, autor principal.
En la actualidad, el único tratamiento eficaz de los colesteatomas es su extirpación quirúrgica completa. Sin embargo, el descubrimiento de cómo un colesteatoma puede causar erosión ósea en este estudio ofrece nuevas esperanzas para desarrollar tratamientos médicos novedosos como tratamiento de primera línea de los colesteatomas.
