MADRID 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores del Instituto de Biomedicina Ibiomed de la Universidad de León ha descubierto una nueva proteína, la cardiotrofina-1, que permite a los conejos sobrevivir a la hepatitis vírica fulminante, una enfermedad que mata a estos animales en un periodo de entre 36 y 54 horas. De hecho, dado su éxito, se podría comenzar en breve a probar en seres humanos.
Esta enfermedad, que sólo afecta a conejos europeos y de la que no se ha documentado ningún caso de transmisión de animal a hombre, provoca que el hígado pierda la capacidad de eliminar las sustancias tóxicas del organismo (produce la necrosis de las células hepáticas), lo que hace que éstas lleguen irremediablamente al sistema nervioso central y, por ende, el animal sufra encefalopatía, entre en coma y muera a las pocas horas.
Para probar los efectos beneficiosos de este nuevo tratamiento, los científicos inyectaron el virus en los conejos, tras lo que esperaban 12 horas para someterlos al tratamiento, que se administró en diferentes dosis (cuatro cada seis horas).
El resultado fue "espectacular" ya que, mientras los individuos que no habían sido tratados morían a las pocas horas de ser infectados por el virus, siete de cada diez conejos tratados con cardiotrofina-1 se mantenían con vida, según ha explicado a la Agencia de Noticias para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología (DiCYT) María Jesús Tuñón, coordinadora de la investigación.
Aunque con la Cardiotrofina-1 también se observaron una serie de daños en el organismo, como un incremento de las transaminasas, la mayoría de los conejos evitó la rápida muerte.
Es más, Tuñón incide en que el fármaco "incrementa la expresión de muchos factores de crecimiento, muy importantes para que el hígado se regenere".
Además de la efectividad del fármaco, el equipo ha descrito una serie de mecanismos moleculares que ocurren en el fallo hepático, hasta la fecha no descubiertos, que se asocian a la proliferación del daño en el hígado una vez contraída la enfermedad.
Los investigadores recuerdan que el fallo hepático fulminante es una patología que también afecta a los seres humanos, aunque no de una forma tan frecuente como en los conejos, de ahí que los expertos estén pensando en una posible aplicación en estos casos.
Aunque en humanos la muerte tarda más días en producirse, el proceso es similar, ya que tiene lugar un gran incremento de las transaminasas (unas enzimas encargadas, entre otras cosas, de transformar sustancias) y una pérdida de funciones del hígado.
Esto desencadena un trastorno metabólico completo y afecta a la coagulación de la sangre. Al perder el hígado su función, no "filtra" las sustancias tóxicas, por lo que éstas llegan al sistema nervioso central, se produce una encefalopatía, el coma y la muerte