MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Rockefeller de Nueva York (Estados Unidos) han desarrollado nuevas herramientas para probar rápidamente la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el SARS-CoV-2, el virus responsable de la enfermedad COVID-19.
Este enfoque, descrito en la revista 'Journal of Experimental Medicine', ayudará a los investigadores a comprender si los pacientes son susceptibles de reinfectarse por el SARS-CoV-2 y a evaluar la eficacia de las vacunas experimentales, así como a desarrollar terapias basadas en anticuerpos contra la enfermedad.
Las personas infectadas con el SARS-CoV-2 producen anticuerpos neutralizantes que evitan que el virus infecte las células al unirse a la proteína de punta en la superficie del virus. Los primeros estudios han sugerido que la fuerza de esta respuesta de anticuerpos varía enormemente entre los pacientes, y se desconoce cuánto tiempo estos anticuerpos neutralizantes persisten en la sangre para proporcionar protección contra la reinfección.
Mientras tanto, se están realizando esfuerzos para tratar y prevenir el COVID-19 utilizando anticuerpos purificados o plasma de sangre entera recogido de pacientes convalecientes que producen grandes cantidades de anticuerpos neutralizantes. Además, cualquier vacuna que tenga éxito contra el SARS-CoV-2 tendrá que inducir la producción de anticuerpos neutralizantes.
"Ya sea que se produzca por infección natural o por vacunación, o que se administre como plasma de convalecientes o en forma recombinante, los anticuerpos neutralizantes serán probablemente cruciales para reducir la carga global de la enfermedad COVID-19. Por esta razón, la disponibilidad de ensayos rápidos, convenientes y precisos que midan la actividad de los anticuerpos neutralizadores es crucial para evaluar la inmunidad adquirida naturalmente o inducida artificialmente contra el SARS-CoV-2", explica el líder del trabajo, Paul D. Bieniasz.
Las pruebas de anticuerpos que utilizan el virus del SARS-CoV-2 en sí son de trabajo intensivo y deben llevarse a cabo en instalaciones de nivel 3 de bioseguridad, lo que limita su aplicación generalizada. Por lo tanto, Bieniasz y sus colegas desarrollaron una serie de virus sustitutos más seguros que pueden utilizarse en lugar del SARS-CoV-2 para probar la actividad neutralizadora de los anticuerpos que se dirigen a la proteína de punta del coronavirus.
Los virus sucedáneos son versiones del virus de inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1) o del virus de la estomatitis vesicular (VSV) que producen la proteína de punta del SARS-CoV-2 en lugar de sus propias proteínas de superficie. Algunos de estos virus sustitutos no pueden replicarse, lo que hace que su uso en el laboratorio sea aún más seguro. Además, los virus están diseñados para generar células infectadas fluorescentes o luminiscentes, lo que facilita a los investigadores el seguimiento de la infección y la medición de la eficacia con que este proceso es bloqueado por posibles anticuerpos neutralizantes.
Bieniasz y sus colegas comprobaron la capacidad de las muestras de plasma de pacientes convalecientes y de los anticuerpos purificados para bloquear la entrada de los virus sustitutos en las células humanas cultivadas en el laboratorio. "Cada uno de los ensayos basados en virus sucedáneos generó mediciones cuantitativas de la actividad neutralizante que se correlacionaron bien con la neutralización medida usando el SARS-CoV-2 auténtico. En sólo unas pocas semanas, ya hemos utilizado estos ensayos para determinar las potencias neutralizantes de cientos de muestras de plasma y anticuerpos monoclonales en un laboratorio de nivel 2 de bioseguridad", detalla otra de las autoras, Theodora Hatziioannou.