MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Northwestern (Estados Unidos) han desarrollado modelos pragmáticos que distinguen con precisión la neumonía leve, moderada y grave en niños, basándose en la evidencia de un estudio realizado en 73 Servicios de Urgencias (SU) en 14 países a través de la Red Internacional de Investigación de Urgencias Pediátricas (PERN).
Estas nuevas herramientas predictivas buscan complementar el criterio clínico para decidir si la neumonía de un niño requiere hospitalización o cuidados intensivos. El estudio se publica en 'Lancet Child and Adolescent Health'.
La neumonía adquirida en la comunidad es una de las infecciones más comunes en niños a nivel mundial y representa una de las causas más frecuentes y costosas de hospitalización infantil en Estados Unidos. Si bien la mayoría de los niños con neumonía se recuperan completamente tras una enfermedad leve, alrededor del 5 % se enferma gravemente y desarrolla complicaciones graves.
"Si bien solo un pequeño porcentaje de niños con neumonía presentarán resultados graves, es crucial identificar a estos pacientes de forma temprana para que los médicos puedan actuar con rapidez y contundencia para prevenir un mayor deterioro en estos niños", relata el autor principal , el doctor Todd Florin, jefe adjunto de la División de Asuntos Académicos e Investigación de la División de Medicina de Emergencia Pediátrica del Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago y Profesor Adjunto de Pediatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. "También es importante saber si la enfermedad probablemente será leve, para evitar posibles pruebas, tratamientos o hospitalizaciones innecesarias".
El estudio incluyó a más de 2.200 niños, de entre 3 meses y 14 años de edad, que acudieron al servicio de urgencias con neumonía adquirida en la comunidad.
El doctor Florin y sus colegas descubrieron que los niños con neumonía que presentaban goteo nasal y congestión nasal tenían mayor probabilidad de presentar una enfermedad leve. También identificaron características clínicas asociadas con el desarrollo de neumonía moderada o grave, por las cuales se debe considerar la hospitalización: dolor abdominal, negativa a beber, tratamiento con antibióticos para la enfermedad actual antes de la visita a urgencias, tiraje torácico (que indica que el niño tiene dificultad para respirar), frecuencia respiratoria o cardíaca superior al percentil 95 para la edad e hipoxemia (bajo nivel de oxígeno en sangre). Estas características se evalúan típicamente en pacientes con enfermedades respiratorias, lo que debería hacer que el modelo sea generalizable y fácil de implementar.
El estudio también incluyó modelos que predicen la gravedad de la neumonía, específicamente en niños con neumonía presente en la radiografía de tórax. Además de las características mencionadas, los investigadores descubrieron que el riesgo de enfermedad más grave aumentaba si se afectaban varias regiones del pulmón.
"Nuestros modelos predictivos de neumonía pediátrica muestran una precisión de buena a excelente", finaliza el doctor Florin. "Según investigaciones previas, parecen tener un mejor rendimiento que el criterio clínico por sí solo para predecir la gravedad de la enfermedad. Una vez validados externamente, nuestros modelos proporcionarán información basada en la evidencia que los médicos clínicos podrán considerar al evaluar la neumonía en niños".