MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo desarrollado por investigadores españoles ha demostrado la importancia de la molécula CD137, también conocida como 4-1BB, para potenciar la acción antitumoral de los linfocitos NK o células asesinas naturales (Natural Killer cells), que forman parte del sistema inmunitario y de las defensas del cuerpo ante células infectadas por virus o tumores. Estudios anteriores han demostrado la importancia de estos linfocitos en el éxito de los tratamientos con anticuerpos específicos para el cáncer de mama HER2 positivo.
Desarrollado por la estudiante de doctorado Mariona Cabo y liderado por Aura Muntasell, investigadora del CIBERONC miembro del Grupo de investigación en Inmunidad e Infección del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital del Mar) y profesora del Departamento de Biología Celular, de Fisiología y de Inmunología de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB), el estudio se acaba de publicar en la revista 'Cancer Immunology Research'.
Mediante el tratamiento in vitro de muestras de tumores, el estudio ha mostrado el potencial de los fármacos agonistas de CD137 (fármacos que incrementan la activación de la molécula CD-137) para aumentar la eficacia clínica de los anticuerpos específicos en el cáncer de mama HER2 positivo a través de su acción sobre los linfocitos NK. En el trabajo también han colaborado investigadores de la Universitat Pompeu Fabra, del CIBER de Cáncer (CIBERONC), del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra, del IDIBAPS y de los servicios de Oncología Médica y de Anatomía Patológica del Hospital del Mar.
Mediante diversas herramientas, los investigadores han podido comprobar como la acción de la molécula CD137, expresada en la membrana de los linfocitos NK, los hace resistentes al efecto de otra molécula presente en el ambiente tumoral, TGF-beta. Precisamente, TGF-beta tiene la capacidad de suprimir la función de los linfocitos, evitando que reconozcan y eliminen a los tumores.
"La estimulación del CD137 permite que los linfocitos NK se conviertan en resistentes a la inhibición por TGF-beta, de manera que pueden continuar reconociendo y matando células tumorales en presencia de esta molécula", explica la doctora Muntasell. Para demostrarlo, el estudio ha utilizado un fármaco en desarrollo, un anticuerpo agonista que estimula CD137.
A la vez, los investigadores apuntan que "la combinación de los anticuerpos terapéuticos actuales que utilizamos en el cáncer de mama HER2 positivo, como el trastuzumab y el pertuzumab, podrían ver aumentada su eficacia clínica si los combinamos con moléculas u otras herramientas terapéuticas que estimulen este receptor CD137 en los linfocitos NK", añade la autora principal del trabajo.
En este sentido, el doctor Ignacio Melero, investigador senior del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra, que está desarrollando el anticuerpo específico para CD137, explica que "en este momento hay, como mínimo media docena de agentes en ensayos clínicos que explotan la estimulación de linfocitos antitumorales con agentes agonistas del receptor de 4-1BB (CD137) para el tratamiento del cáncer.
Este trabajo encuentra de forma pionera una conexión funcional entre el potente inmunosupresor TGF-beta y 4-1BB en el contexto de las células Natural Killer. Estos descubrimientos abren un camino para entender algunos de los beneficios clínicos que se están observando en los pacientes con estos nuevos fármacos de inmunoterapia".
Miguel López-Botet, coordinador del Grupo de investigación en Inmunidad e Infección del IMIM, inmunólogo del Hospital del Mar y catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, añade que el trabajo refleja el esfuerzo del grupo para trasladar nuestros conocimientos sobre la biología de las células NK a la práctica clínica. El éxito es fruto de la colaboración establecida con los servicios de Oncología y de Anatomía Patológica del Hospital del Mar, así como con el doctor Melero, experto de prestigio internacional en inmunoterapia antitumoral".