El daño cardíaco no detectado aumenta el riesgo de muerte en hospitalizados con COVID-19

Archivo - Coronavirus, covid, corazón.
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Publicado: lunes, 10 mayo 2021 18:06


MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -

Los pacientes hospitalizados por COVID-19 con fracción de eyección reducida tenían casi 5 veces más probabilidades de morir en comparación con los pacientes con medidas más saludables de este signo temprano, a menudo no detectado, de la insuficiencia cardíaca, según una nueva investigación publicada en 'Hypertension', revista de la American Heart Association.

La fracción de eyección de primera fase es una medida de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo hasta el momento de la contracción ventricular máxima. Los factores de riesgo cardiovasculares y/o la enfermedad han sido reconocidos como factores de riesgo COVID-19 que tienen un alto impacto negativo en los resultados de los pacientes, desde principios de la pandemia de SARS-CoV-2.

Por ello, estos investigadores plantearon la hipótesis de que la predisposición a la insuficiencia cardíaca estaría asociada a casos más graves de COVID-19 en pacientes hospitalizados. "Tradicionalmente, la función cardíaca se mide por la fracción de eyección, es decir, por la cantidad de sangre que el ventrículo izquierdo bombea con cada contracción del corazón. La fracción de eyección de primera fase es una nueva medida de la función del corazón que parece ser mucho más sensible a los daños tempranos y no detectados en el corazón que las medidas tradicionales de la fracción de eyección", explica el líder del estudio, Phil Chowienczyk, profesor de farmacología clínica cardiovascular en el Hospital St. Thomas de Londres.

Para determinar si la fracción de eyección de primera fase predecía los resultados adversos de los pacientes, los investigadores analizaron las tasas de mortalidad de 129 pacientes de COVID-19 hospitalizados en Wuhan, China, y se analizaron 251 pacientes de COVID-19 hospitalizados en el sur de Londres, tratados entre febrero y mayo de 2020.

Todos los pacientes se sometieron a una ecocardiografía en el momento del ingreso hospitalario, y la edad media de los pacientes era de 58 años. Los investigadores compararon los resultados de la ecocardiografía de los pacientes de COVID-19 con los de pacientes adultos con perfiles de salud similares que se sometieron a una prueba de ecocardiografía antes de la pandemia.

La fracción de eyección de la primera fase se midió con imágenes de ecocardiografía convencional realizadas en la cabecera de los pacientes hospitalizados. Los investigadores señalan que no existe un valor "normal" universalmente establecido para la fracción de eyección de primera fase.

Basándose en investigaciones anteriores, estimaron que el valor normal de la fracción de eyección de primera fase debería ser superior al 25 por ciento. Cuando la fracción de eyección de primera fase era inferior al 25 por ciento, los investigadores la calificaban de "deteriorada", lo que sugería signos relativamente sutiles de daño cardíaco.

Los autores descubrieron que los pacientes del estudio COVID-19 con una fracción de eyección de primera fase inferior al 25 por ciento tenían un riesgo de muerte casi cinco veces mayor que los que tenían una fracción de eyección del 25 por ciento o superior.

También descubrieron que una proporción similar de personas con factores de riesgo similares que no tenían COVID-19 tenían valores bajos de fracción de eyección de primera fase. Esto sugiere que el daño al corazón puede deberse a condiciones crónicas preexistentes y no fue el resultado de la infección por COVID-19.

"Los pacientes con deterioro de la fracción de eyección de primera fase podrían ser prioritarios para las vacunas y, si contraen la COVID-19, ser vigilados estrechamente en las primeras fases de su enfermedad para evitar su deterioro. Los hallazgos sugieren que si podemos prevenir los daños crónicos muy tempranos en el corazón que se detectan con las imágenes de la fracción de eyección de primera fase, las personas tendrán muchas más probabilidades de sobrevivir a infecciones respiratorias como la COVID-19. También son importantes la elección de un estilo de vida saludable, la mejora de los tratamientos y el cumplimiento de los tratamientos para la hipertensión arterial y el colesterol alto", apunta Chowienczyk.

Los investigadores señalan que se trata de un estudio relativamente pequeño, por lo que los resultados deben confirmarse en estudios más amplios con más pacientes. Si se confirman los resultados, la fracción de eyección en la primera fase podría ser una nueva forma de identificar a los pacientes con un riesgo elevado de morir por COVID-19 y posiblemente por otros tipos de neumonía.