MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una encuesta realizada en Estados Unidos al principio de la pandemia ha evidenciado que las percepciones del riesgo sobre la COVID-19 a menudo no se correlacionan con la tasa de infección nacional en el país, sino con las de su comunidad, lo que lleva a la gente a tomar medidas inadecuadas.
"Cuando comenzó la pandemia, las cosas parecían aterradoras en abstracto, y para muchos estadounidenses, lo peor no estaba en sus propios patios. Es difícil comprender plenamente el riesgo de algo que no es visible, y como muchas personas no experimentaron inmediatamente los impactos de la pandemia, las experiencias locales colorearon la gravedad del problema e incluso el tipo de medidas que estaban dispuestas a tomar", afirma Stephen Broomell, profesor asociado del Departamento de Ciencias Sociales y de la Decisión de la Universidad Carnegie Mellon y primer autor del estudio, que se ha publicado en la revista 'Decision'.
Su investigación examina por qué es tan difícil conseguir que los grupos tomen decisiones colectivas para mitigar el riesgo. Cuando llegó la pandemia, Broomell y su colega Patrick Bodilly Kane, investigador postdoctoral de la unidad de ética biomédica de la Universidad McGill (Canadá), aplicaron un enfoque cognitivo-ecológico para predecir la precisión de los juicios a nivel de población en relación con el riesgo de pandemia.
El equipo examinó la variabilidad de la experiencia de un individuo con el riesgo mediante la modelización de una progresión de la superpandemia. Se utilizaron las tasas de infección locales para aproximar la percepción geográficamente local de un individuo de la pandemia. El riesgo global se definió mediante la tasa de infección nacional, que representa la gravedad de la pandemia. También llevaron a cabo una encuesta nacional, compuesta por casi 4.000 resultados de encuestas obtenidas entre el 24 de abril y el 11 de mayo de 2020.
"No es que la gente desconociera por completo las tasas de infección nacionales e internacionales, sino que, debido a la forma en que esta enfermedad en particular se propagó dentro de los grupos, había una posibilidad real de que una persona no se encontrara con nadie que supiera que estaba infectado. Cada comunidad tenía la misma probabilidad de experimentar un brote, pero para una comunidad determinada, especialmente al principio, esta probabilidad era baja", apunta Broomell.
En el estudio, las tendencias globales son una combinación de todas las tendencias locales. Si las tendencias locales no son fiables, no se correlacionarán con los datos globales. Por esta razón, el equipo utilizó la fiabilidad para calibrar la validez de los juicios basados en las observaciones locales de los resultados de la encuesta.
Descubrieron que al principio de la pandemia los responsables de la toma de decisiones no tenían en cuenta los eventos de superdifusión como mecanismo de infección. Mientras la gente confiaba en las instituciones de alto nivel para obtener información, las organizaciones comunitarias carecían de apoyo para ayudar a la gente a entender el riesgo. Sus resultados descubrieron que las tasas de infección diarias a nivel de condado son un predictor significativo de los juicios sobre las tasas de infección nacionales, así como la polarización extrema respecto a la percepción del riesgo a lo largo de la pandemia.