MADRID, 30 Abr. (EDIZIONES) -
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lavarse las manos con frecuencia a través de un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón mata el virus SARS-CoV-2 responsable de esta pandemia, siempre que éste esté en tus manos.
Es importante tenerlo claro porque la higiene de manos es la principal vía para evitar el contagio de COVID-19, enfermedad que genera el susodicho bicho. Ahora bien, hay dudas sobre cuál es la mejor manera de hacerlo: si a través de jabón o de gel hidroalcohólico; si todos los jabones son igual de eficaces; si sirven los geles específicos para pieles sensibilizadas y con patologías, como los 'sin jabón' o los detergentes sintéticos (syndet), entre otros.
En 'No tocar', un manual con el que la química y divulgadora científica Deborah García Bello pretende ofrecer consejos útiles y dar respuesta con rigor científico a posibles dudas sobre esta pandemia, señala que los jabones y los geles desinfectantes tienen mecanismos de acción diferentes para acabar con virus, bacterias u hongos; si bien afirma que "los métodos de aplicación y la eficacia dependen de cada caso".
"Al menos, en lo que concierne a la preocupación actual, el coronavirus, ambos son igual de efectivos si se usan correctamente y con suficiente frecuencia. No obstante, si tienes acceso al jabón, es mejor que lo emplees, antes que el gel desinfectante, porque el jabón es mejor para la piel", subraya en una entrevista con Infosalus la también investigadora del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas de la Universidad de A Coruña.
Es más, sostiene que se puede usar cualquier tipo de jabón, incluso los 'syndet', para acabar con el coronavirus. "Son igual de efectivos y por un lado si tengo que lavarme las manos con más frecuencia es conveniente usar estos, que mantienen además la hidratación de la piel, cosa que no hace el gel hidroalcohólico", destaca la copresentadora del show científico 'Órbita Laika' en Televisión Española, y 'Aquelando' en la Televisión de Galicia.
POR QUÉ EL LAVADO DE MANOS ES EFICAZ CONTRA COVID-19
Así, la científica explica que la higiene de manos es eficaz contra el COVID-19 porque virus como el de la gripe o el actual coronavirus SARS-CoV-2 cuentan con una envoltura vírica, formada por una bicapa lipídica, es decir, por una especie de grasa que rodea al virus.
"Las espículas que se proyectan hacia el exterior, como si fuesen púas, son glucoproteínas. Esta envoltura vírica es sensible a cambios físicos, como la humedad y la temperatura, y además es sensible a ciertas sustancias que consiguen inactivar el virus de formas diferentes", como son el jabón y el gel desinfectante, según cita.
En concreto, García Bello indica que los jabones y demás tensioactivos (sustancias surfactantes) son capaces de solubilizar el virus, es decir, de disolver la grasa de su envoltura vírica, con lo que el virus deja de ser viable, se muere, y es arrastrado por el agua de lavado.
Mientras, menciona que sustancias como los alcoholes y los peróxidos, presentes en los geles desinfectantes, son capaces de inutilizar las proteínas de la envoltura vírica. "De esa manera, el virus queda inactivado porque es incapaz de penetrar en las células e infectarlas", asegura la investigadora.
NO TODOS LOS JABONES SON IGUALES
Eso sí, García Bello llama la atención sobre el hecho de que no todos los jabones son iguales, ni todos son jabón. Según indica, por sus propiedades químicas, los jabones son capaces de encapsular la suciedad de la piel, sobre todo la grasa, y solubilizarla fácilmente en el agua. Sin embargo, avisa de que tienen una detergencia muy elevada, es decir, que pueden limpiar demasiado, de forma que, aparte de arrastrar la suciedad que pudiera haber en la piel, también quitan el manto lipídico, dejando la piel desprotegida.
Aquí la investigadora recuerda que los jabones que comercialmente se denominan 'sin jabón' o 'syndet' no contienen carboxilatos en su composición (una sal de un ácido graso) y son productos de higiene especialmente diseñados para las pieles sensibles. Además, dice que suelen contar con otros ingredientes emolientes, humectantes y calmantes, por lo que están especialmente indicados para pieles atópicas, dermatitis, psoriasis, o pacientes oncológicos y bebés.
"Los 'syndet' o sin jabón son igual de efectivos contra el coronavirus que cualquier otro jabón. El mecanismo de acción contra el virus es el mismo. Son una respuesta eficaz para mantener la higiene y la seguridad, al mismo tiempo que ayudan a mantener la hidratación", según insiste, al mismo tiempo que recuerda que previenen y curan las agresiones causadas por el uso de guantes, y por el uso frecuente y continuado de geles hidroalcohólicos desinfectantes. "Además, son una alternativa idónea a los jabones convencionales", resalta García Bello.
CONSEGUIR LA DESINFECCIÓN IDÓNEA
Para lavarse las manos correctamente con agua y jabón la OMS subraya que hay que dedicarle más de 20 segundos. En concreto, la autora de 'No tocar' recuerda que hay que hacer hincapié bajo las uñas, las muñecas, entre los dedos, frotándolos y entrelazándolos, además de secar con papel o con una toalla limpia a toquecitos.
"Frotarse las manos con gel desinfectante durante al menos treinta segundos mata el 99,9% de las bacterias. También es efectivo frente a los hongos y los virus con envoltura, como los de la gripe o el actual coronavirus. Sin embargo, no protege frente a otros virus, como el de la rabia o los norovirus que producen gastroenteritis", alerta. Aquí la OMS precisa que estos geles de lavado seco, para ser útiles contra el SARS-COV-2, tienen un contenido mínimo de un 60% de alcohol.
Por último, García Bello reseña también a Infosalus que se desconoce si este virus es capaz de penetrar por las lesiones cutáneas, por eso insiste en que cuanto menos agresivo sea el jabón que se emplee para esa higiene con frecuencia, mejor, por aquello de evitar lesiones cutáneas.
"Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón altera la composición y la estructura del estrato córneo, causando inflamación y mayor permeabilidad. En pieles sensibilizadas, el jabón puede causar irritacioón neurosensorial cutánea (NSI): picazón, prurito, ardor, hormigueo y opresión", señala la divulgadora científica.