La crianza genética: No heredaste sus genes, pero igual te cambiaron la vida

Archivo - Padres jóvenes felices divirtiéndose con niños pequeños, disfrutando del ocio. Familia
Archivo - Padres jóvenes felices divirtiéndose con niños pequeños, disfrutando del ocio. Familia - FIZKES/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 9 mayo 2025 8:01

    MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

Factores como los hábitos familiares, el acceso a recursos educativos y la forma en que se manejan las emociones en el hogar pueden estar profundamente condicionados por las predisposiciones genéticas de los propios padres. Incluso cuando ciertos genes no son transmitidos, pueden influir indirectamente en el entorno que rodea al niño, afectando su desempeño académico, su salud mental y sus habilidades sociales desde una edad temprana.

¿CÓMO LA GENÉTICA DE LOS PADRES INFLUYE EN EL DESARROLLO INFANTIL?

La crianza genética (en inglés, genetic nurture) es un concepto que describe cómo los genes de los padres pueden influir en el desarrollo de sus hijos incluso cuando esos genes no son heredados directamente.

Aunque un hijo hereda el 50% del ADN de cada uno de sus padres, los genes que no hereda también pueden afectarlo de forma indirecta. Esto ocurre porque los genes influyen en el comportamiento de los padres —por ejemplo, su interés por la lectura, su nivel educativo, su autocontrol o su capacidad para crear un ambiente estructurado y estimulante— y ese comportamiento, a su vez, modifica el entorno en el que crece el niño.

    Los genes de los padres, incluso cuando no son heredados directamente por el hijo, pueden desempeñar un papel en sus resultados educativos y de salud mental, según un nuevo informe de investigadores de la University College de Londres (Reino Unido) recogido en 'UCL Discovery'.

   El informe evaluó cómo la genética de los padres puede influir en el desarrollo infantil a través del entorno proporcionado por sus padres (por ejemplo, hábitos de lectura o acceso a mejores recursos), también conocido como "crianza genética" o "efectos genéticos indirectos".

ANÁLISIS ORIGINAL UTILIZANDO DATOS GENÉTICOS DE 4.580 FAMILIAS

    Para ello, los investigadores revisaron 12 estudios publicados, en los que participaron 38.654 familias del Reino Unido, Australia, los Países Bajos, Islandia y los Estados Unidos, además de realizar un análisis original utilizando datos genéticos de 4.580 familias del Reino Unido.

   Posteriormente, utilizaron una herramienta estadística llamada puntuación poligénica para resumir el efecto acumulativo de cientos de miles de variantes genéticas en todo el genoma (el conjunto completo de instrucciones genéticas de una persona) que están asociadas con rasgos particulares, como el nivel educativo.

   Descubrieron que los puntajes poligénicos de los padres en materia de educación tenían un fuerte efecto en los resultados educativos de los niños, como los años de educación completados o las calificaciones escolares, incluso después de tener en cuenta la transmisión genética.

   Esto se debe a que los padres con una mayor predisposición genética hacia la educación podrían ser más propensos a leerles a sus hijos o a invertir en recursos de aprendizaje. Estos comportamientos pueden tener un impacto positivo en el niño, independientemente de si heredó los genes pertinentes.

RESULTADOS EDUCATIVOS LIGADOS A PREDISPOSICIONES GENÉTICAS PARENTALES

   Los investigadores también encontraron un vínculo tentativo entre los genes no heredados y los rasgos de salud mental, incluyendo hiperactividad y falta de atención, síntomas emocionales, problemas de conducta y problemas con los pares, o comportamiento prosocial (por ejemplo, ayudar a otros, compartir, mostrar empatía y consolar a alguien en apuros).

   Los efectos más fuertes se encontraron alrededor de los tres años de edad e involucraron predisposiciones genéticas de los padres para rasgos como la motivación, la perseverancia, la regulación emocional y el autocontrol (por ejemplo, habilidades no cognitivas).

   Este hallazgo sugiere que los padres con mejores habilidades no cognitivas pueden ser especialmente capaces de apoyar a sus hijos en los primeros años de vida. En los resultados relacionados tanto con la educación como con la salud mental, las influencias genéticas indirectas fueron más fuertes en la primera infancia.

   El coinvestigador el doctor José J. Morosoli (UCL Psychology & Language Sciences) comenta: "A través de este proyecto, mostramos cómo la genética y el medio ambiente están profundamente entrelazados, desafiando la idea de que la genética heredada por sí sola determina los resultados".

"Descubrimos que tanto la herencia genética directa como el entorno condicionado por la genética de los padres influyen en la educación y la salud mental de los niños. Ignorar estos efectos genéticos indirectos puede llevar a conclusiones erróneas. Además, el impacto de la genética y el entorno cambia a medida que los niños crecen, lo que sugiere que las intervenciones tempranas centradas en los padres podrían resultar fructíferas, mientras que los esfuerzos posteriores podrían beneficiarse al centrarse en los propios niños".

   Cuando el equipo tuvo en cuenta el estatus socioeconómico de la familia y la educación de los padres, los efectos genéticos indirectos se redujeron aproximadamente un 75%. Esto sugiere que el efecto de los genes no heredados se explicó en gran medida por la posición socioeconómica familiar y la educación de los padres.

   Por ejemplo, los padres con mayor estatus socioeconómico y niveles educativos pueden tener acceso a los recursos necesarios para brindar a sus hijos oportunidades vinculadas a mejores resultados, independientemente de los factores genéticos.

   Como resultado, los investigadores piden que se realicen estudios futuros para explorar las disparidades específicas basadas en recursos que impulsan el bajo rendimiento educativo.

IMPLICACIONES Y LÍMITES DE LA CRIANZA GENÉTICA

   Es fundamental destacar que los efectos genéticos hallados en el informe son pequeños y no deterministas. No pueden utilizarse para realizar predicciones individuales ni para orientar las políticas educativas.

El valor de este trabajo reside en mejorar nuestra comprensión del desarrollo humano y en fundamentar una mejor investigación sobre las causas de los rasgos y comportamientos, especialmente la investigación que busca comprender la interacción entre los factores sociales y biológicos.

Contador