MADRID 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de un consorcio internacional de investigación han analizado más de 314.000 células de tejido de artritis reumatoide y han definido seis tipos de inflamación que implican diversos tipos celulares y vías de la enfermedad, según publican en la revista 'Nature'. La comprensión de la enfermedad a nivel unicelular puede impulsar el desarrollo de fármacos específicos y estrategias de tratamiento.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune caracterizada por una inflamación que provoca dolor, lesiones articulares y discapacidad, y que afecta aproximadamente a 18 millones de personas en todo el mundo.
Aunque han surgido terapias contra la AR dirigidas a vías inflamatorias específicas, sólo algunos pacientes mejoran sus síntomas con el tratamiento, lo que subraya la necesidad de múltiples enfoques terapéuticos adaptados a los distintos subtipos de la enfermedad.
Para definir con mayor precisión los factores celulares de la AR, un consorcio internacional de investigación codirigido por investigadores del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y el Hospital Brigham and Women's, en Estados Unidos, analizó tejidos de donantes con AR a nivel unicelular, integrando múltiples formas de análisis para estratificar la AR en seis subtipos de inflamación.
Los resultados arrojan nueva luz sobre la variedad de causas celulares de la AR, lo que puede servir de base para enfoques terapéuticos más específicos, eficaces y adaptados al paciente.
"En el tratamiento de las personas con artritis reumatoide, nos esforzamos por encontrar el tratamiento adecuado para cada paciente", afirma el doctor Soumya Raychaudhuri, autor del estudio y miembro del Instituto Broad y de la División de Reumatología, Inflamación e Inmunidad del Brigham.
"Nos propusimos determinar por qué algunos subconjuntos de pacientes no responden a los tratamientos convencionales analizando los subtipos de inflamación --prosigue--. Lo hicimos desde muchos ángulos distintos, utilizando múltiples técnicas unicelulares de vanguardia e integrando los resultados de una forma que no se había hecho antes para una enfermedad inflamatoria".
Los resultados del estudio representan un hito importante en el programa Accelerating Medicines Partnership Rheumatoid Arthritis and Systemic Lupus Erythematosus, una asociación público-privada lanzada en 2014 para avanzar en la comprensión a nivel molecular y celular de las enfermedades autoinmunes e identificar dianas farmacológicas prometedoras.
En colaboración con investigadores y médicos de Estados Unidos y el Reino Unido, los investigadores analizaron 79 muestras de tejido sinovial de donantes, el tejido inflamado de la AR que normalmente ayuda a amortiguar y sostener las articulaciones.
En concreto, los investigadores examinaron tejido de pacientes con enfermedad de nueva aparición y de pacientes que no respondían al tratamiento para identificar mejor tanto los factores iniciales de la AR como los de la enfermedad refractaria.
Para "deconstruir" la patología de la AR a nivel celular, los investigadores combinaron datos de proteínas de superficie y análisis histológicos con múltiples formas de secuenciación de ARN unicelular y secuenciación de ARN masivo.
A pesar de la variedad de métodos utilizados para analizar más de 314.000 células, los investigadores hallaron sistemáticamente indicios de seis tipos principales de inflamación, que estratificaron por tipo celular asociado, denominados fenotipos de abundancia de tipo celular (CTAP, por sus siglas en inglés).
Aunque algunos CTAPS, como los enriquecidos con células T y B, eran hallazgos esperables en una enfermedad autoinmune como la AR, los investigadores se sorprendieron al ver CTAPs asociados a células estructurales como fibroblastos y células endoteliales, con relativamente pocos leucocitos inflamatorios. También descubrieron que los CTAP de los pacientes eran dinámicos y podían cambiar con el tiempo en respuesta al tratamiento.
De cara al futuro, los investigadores pretenden ampliar sus conocimientos sobre los tipos celulares implicados en la AR estudiando cómo las interconexiones entre células promueven los estados de enfermedad.
Además, esperan que este trabajo fomente un mayor análisis del tejido sinovial en los pacientes con AR, lo que actualmente no es una práctica habitual. Aunque los análisis de sangre son más habituales en los pacientes con AR, los resultados de este estudio y otros ponen de relieve que el perfil celular del tejido sinovial difiere sustancialmente del de la sangre.
"Este estudio demuestra que el tejido es importante", afirma el doctor Michael Brenner, coautor principal del estudio y miembro de la División de Reumatología, Inflamación e Inmunidad del Brigham.
"Nuestros hallazgos apuntan al valor de obtener biopsias de tejido sinovial para evaluar la naturaleza del proceso patológico, que puede ser tan diferente en los distintos pacientes --subraya--. En el futuro, los ensayos clínicos se beneficiarán enormemente de la evaluación de las características del tejido junto con las respuestas a una terapia".
"Con este atlas de los tipos de células y las vías implicadas en la AR, estamos en mejores condiciones de perseguir nuestro objetivo de medicina de precisión de poder seleccionar el fármaco adecuado para el paciente adecuado y lograr una alta tasa de respuesta", concluye.