MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El contacto piel con piel entre padres e hijos durante las primeras horas tras un nacimiento muy prematuro ayuda a desarrollar las habilidades sociales del niño, según un nuevo estudio publicado en la revista 'JAMA Network Open' por investigadores del Instituto Karolinska. El estudio también muestra que los padres pueden desempeñar un papel más importante de lo que habían demostrado investigaciones anteriores.
En la práctica actual, los bebés muy prematuros suelen colocarse en una incubadora para mantenerlos calientes y estabilizarlos durante las primeras horas tras el nacimiento. En el estudio "Immediate parent-infant skin-to-skin study" (IPISTOSS), 91 bebés prematuros nacidos entre las semanas 28 y 33 fueron asignados aleatoriamente a los cuidados tradicionales en incubadora o al contacto inmediato piel con piel con uno de los padres.
El estudio ha generado varios resultados que muestran, entre otras cosas, que el contacto inmediato piel con piel es seguro para los bebés y beneficioso para su estabilización cardiorrespiratoria y el mantenimiento de la temperatura, y que es percibido como valioso por los padres.
Ahora, como parte de este estudio, los investigadores también han estudiado el desarrollo social a los cuatro meses de edad de 71 de estos bebés prematuros. Los niños fueron asignados aleatoriamente a recibir cuidados estándar en una incubadora o a recibir cuidados descansando sobre el pecho de uno de sus padres, el de la madre o el del padre, durante las primeras seis horas tras el nacimiento.
"La novedad de nuestro estudio es que también permitimos que los padres tuvieran contacto piel con piel inmediatamente después del parto. En la mayoría de los estudios anteriores, la madre es la cuidadora principal, pero en nuestro estudio fueron los padres quienes tuvieron más contacto piel con piel", afirma Wibke Jonas, matrona, profesora titular y asociada del Departamento de Salud de la Mujer y el Niño del Instituto Karolinska, así como directora de la investigación y última autora del estudio.
"El estudio ha identificado a los padres como un recurso hasta ahora desaprovechado que realmente tiene una función importante al tener contacto inmediato piel con piel con su bebé si la madre no está disponible", apunta Siri Lillieskld, estudiante de doctorado del mismo departamento y enfermera especialista en cuidados neonatales, y primera autora del estudio.
Al cabo de cuatro meses, se filmó la interacción social entre la madre y el bebé, que fue evaluada por dos psicólogos que no sabían qué bebé había recibido contacto piel con piel precoz y cuál no.
La calidad de la interacción se midió según la escala Parent-Child Early Relational Assessment (PCERA), en la que los distintos elementos se califican entre uno y cinco, siendo uno motivo de preocupación y cinco de muy buena calidad.
Los bebés que recibieron contacto inmediato piel con piel obtuvieron resultados significativamente mejores en una subescala que mide las habilidades comunicativas y sociales del bebé. En la escala de cinco puntos, su puntuación media se acercó más a cuatro, mientras que los lactantes atendidos según la práctica actual se situaron justo por encima de tres.
"Lo que se podía ver era que los bebés del grupo piel con piel tenían unas habilidades comunicativas ligeramente mejores, eran un poco más sociables y estaban más contentos", recuerda Wibke Jonas. Los bebés prematuros tienen problemas de desarrollo a medida que crecen y necesitan mucho apoyo. Los investigadores afirman que, aunque la medicina ha avanzado mucho, aún hay que mejorar los cuidados de estos bebés.
"Si combinamos la atención médica inmediata de los bebés muy prematuros con una intervención relativamente sencilla, como el contacto piel con piel, esto tiene efectos sobre las habilidades sociales de los bebés", indica Jonas Wibke y continúa.
"Estudios anteriores han demostrado que los bebés prematuros tienen un rendimiento ligeramente inferior cuando interactúan socialmente, por ejemplo, no emiten señales tan claras en la interacción con sus madres. Por tanto, la cercanía entre los bebés y sus padres al nacer puede estimular la interacción posterior y, por tanto, el desarrollo del bebé", concluye.
Los beneficios del contacto inmediato piel con piel son tan evidentes que tanto Wibke Jonas como Siri Lillieskld creen que debería introducirse ya en los cuidados neonatales suecos. Y este trabajo ya está en marcha, dicen.
"Hemos trabajado muy activamente para minimizar la separación entre bebés y padres en general, y ahora tenemos pruebas para hacer lo mismo con estos bebés muy prematuros", dice Siri Lillieskld. El equipo de investigación seguirá informando sobre el desarrollo de los bebés a los 12 y 24 meses.