MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El oftalmólogo Andrés Fernández-Vega, del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV), advierte de que, en verano, resulta "especialmente primordial" proteger los ojos de los rayos nocivos del sol, ya que pueden ocasionar un gran número de afecciones.
"El sol es el principal enemigo de nuestros ojos en esta época y puede ocasionarnos un gran número de afecciones si no tenemos cuidado: quemaduras en la piel, córnea y conjuntiva, degeneración de las capas elásticas de la conjuntiva (pinguécula), cataratas, quemaduras retinianas y, como en el resto del organismo, mayor riesgo de padecer cáncer en la piel y anejos oculares", señala este experto.
"Aunque el cuidado ocular debe ser constante durante todo el año, en verano la radiación solar puede llegar a triplicarse", añade el oftalmólogo. Además, al contrario de lo que pueda parecer, también se deben proteger los ojos en días nublados, ya que las nubes dejan pasar el 90 por ciento de la radiación ultravioleta.
Por otro lado, además de la radiación solar, hay otros factores que aumentan el riesgo de sufrir patologías oculares y que están especialmente presentes en verano. Por este motivo, los expertos del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega explican algunas medidas para tomar las precauciones necesarias.
En primer lugar, advierten de la importancia de elegir unas buenas gafas de sol. "Es fundamental que estén homologadas y testadas, ya que filtran entre el 95 y el 100 por ciento de la radiación UV y son la principal protección que podemos dar a nuestros ojos", apuntan, añadiendo que, si la montura y la forma de la lente es ancha y envolvente, o se complementan las con una gorra o un sombrero, será mejor para evitar la radiación.
También es importante hidratar los ojos con frecuencia, ya que el viento, las cremas solares, la arena o el aire acondicionado contribuyen a dañar nuestra salud ocular en verano. Pueden causar irritación, picores e, incluso, resecar los ojos. Por ello, recomiendan usar lágrimas artificiales para ayudar a hidratar la superficie ocular y a disminuir la concentración de alérgenos y partículas. "Por supuesto, hay que evitar frotar los ojos sin haberte lavado las manos previamente", recuerdan los expertos.
Asimismo, es preciso evitar la exposición solar prolongada, especialmente en las horas de más radiación, entre las 12 y las 16 horas. Si no es posible, hay que extremar las medidas de protección para cuidar la salud ocular.
REDUCIR EL USO DE LENTILLAS
También recomiendan reducir el uso de lentillas, ya que favorecen la sequedad en los ojos, más aún con los factores de riesgo del verano. Tal y como destacan desde el IOFV, una de las patologías más graves entre los usuarios de lentillas es la queratitis por acanthamoeba, una dolencia grave que requiere un tratamiento extenso e incluso un trasplante de córnea, dejando secuelas graves en la visión. Por eso es importante extremar la higiene en su utilización.
Otro consejo es revisar la vista antes de viajar por carretera, pues el 90 por ciento de la información que se recibe en carretera es visual, y existe un vínculo causal entre la mala visión y el 59 por ciento de los accidentes de tráfico, tal y como advierten los oftalmólogos.
También se recomienda reducir el uso de la visión de cerca, especialmente en el uso de pantallas y dispositivos portátiles. Para esta tarea, se recomienda seguir la regla 20-20-20: por cada 20 minutos de visión cercana, se deben descansar la vista durante 20 segundos enfocando a, al menos, 6 metros de distancia (20 pies).
Otro factor a tener en cuenta para la salud ocular son los reflejos de luz: la arena de la playa refleja entre un 10 y un 25 por ciento la luz solar, y el agua un 20 por ciento. Por eso, es necesario proteger los ojos cuando se esté en la playa o la piscina. Por último, aconsejan acudir al oftalmólogo al menos una vez al año.
"Podemos aplicar estos consejos tanto en verano como el resto del año. Si los complementamos con unos hábitos de vida saludable, como evitar la exposición al humo del tabaco, mantenerse hidratado o llevar una correcta alimentación y dieta equilibrada (elementos como el Omega 3 y las vitaminas A, C y E son beneficiosos para nuestra salud visual), estaremos dando la mejor protección a nuestros ojos", concluyen desde el IOFV.