La comunidad científica avala la investigación de la Universitat de València en el caso Maeso

Fernando González de la UV
UV
Actualizado: martes, 23 julio 2013 9:50

VALENCIA, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

La comunidad científica ha avalado la investigación de la Universitat de València (UV) en el caso Maeso. Seis años después de la condena del anestesista valenciano Juan Maeso por haber sido el foco de transmisión a 275 pacientes del virus de la hepatitis C (VHC), los científicos de la UV que aportaron la prueba pericial determinante para la condena han publicado los resultados de su investigación en la revista 'BMC Biology'.

De este modo, después de respetar las exigencias judiciales en cuanto a la disponibilidad de los datos, la comunidad científica internacional ha avalado el trabajo innovador desarrollado desde el Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva del Parc Científic. En la preparación del artículo también han participado investigadores del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (Fisabio) de la Generalitat Valenciana, según ha informado la Universitat en un comunicado.

Un grupo de investigadores de la Universitat de València, liderados por el catedrático de Genética Fernando González, demostró a través de un análisis filogenético que los virus de hepatitis C de 275 pacientes infectados provenían de un mismo foco, el virus que llevaba el anestesista Juan Maeso.

Los científicos comprobaron, mediante un análisis estadístico, cuáles de los posibles afectados por el VHC lo habían recibido del anestesista y cuáles no, lo cual supuso la exclusión del proceso judicial de 47 personas afectadas porque su infección con el virus procedía de otras fuentes desconocidas.

Asimismo "haciendo uso de técnicas avanzadas de análisis evolutivo, pudimos comprobar cuál fue la fecha más probable de infección de cada afectado, con una coincidencia de casi el 95 por ciento con las fechas asignadas de forma independiente por la fiscalía", ha aseverado Fernando González.

Además de la complejidad derivada del tratamiento judicial y del gran número de muestras y secuencias con las que se completó el trabajo, Fernando González ha argumentado que una dificultad añadida se derivó de la continua evolución del virus en el seno de la fuente a lo largo del periodo de diez años en que se estimó la duración del brote, desde cuando fue infectado Juan Maeso y cesó su actividad profesional al descubrirse.

Igual que el virus del SIDA (VIH), el VHC "evoluciona con gran velocidad, incluso, dentro de un mismo individuo". De este modo, como ha expuesto González, "en poco tiempo pueden encontrarse poblaciones virales muy diferenciadas a pesar de su origen común".

"El resultado, en este caso, fue que prácticamente la totalidad de los afectados eran portadores de virus diferentes, no exactamente iguales a los encontrados en la fuente de la que todos ellos derivaban", ha destacado.

La publicación de esta investigación en una revista científica de impacto, a pesar del retraso por la complejidad exigida por los tribunales y los requerimientos del método científico, es "muy relevante", según el científico de la Universitat de València, porque "el escrutinio de la comunidad científica es todavía más complejo que el judicial". Esta publicación en 'BMC Biology' "permite incorporar el análisis epidemiológico molecular y de evolución en el ámbito pericial-penal", ha concluido.

ESTUDIO DE BACTERIAS Y VIRUS PATÓGENOS

Como continuación de esta investigación, el equipo de Fernando González --actualmente en la Unidad Mixta Genómica y Salud creada por la Universitat de València y el Centro Superior de Investigación en Salud Pública (FISABIO)-- ha incorporado el análisis evolutivo al estudio de bacterias y virus patógenos de impacto en salud pública, como por ejemplo la bacteria Legionella pneumophila, responsable de los numerosos brotes y casos de legionelosis en Alcoi y otras localidades de la Comunitat Valenciana, o los virus de la gripe, el SIDA y diferentes tipos de hepatitis.

Así, los avances en técnicas genómicas y de secuenciación a gran escala, junto con el análisis bioinformático, son trasladados directamente a aplicaciones prácticas en la vigilancia epidemiológica y el control de brotes e infecciones.