MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las complicaciones cardiovasculares y la hipoglucemia (azúcar bajo en sangre) son las complicaciones no mortales más comunes en adultos de 60 años de edad y mayores con diabetes, según un estudio publicado por 'JAMA Internal Medicine'.
Casi la mitad de los 24 millones de pacientes con diabetes mellitus en Estados Unidos son mayores de 60 años y se espera que esa cifra se duplique en las próximas dos décadas, según información de fondo del estudio. La investigación sugiere que la edad y el tiempo que un paciente tiene diabetes puede predecir las tasas de complicaciones y mortalidad de la enfermedad.
El provesor Elbert S. Huang, de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, y sus colegas compararon las tasas de complicaciones de la diabetes y la mortalidad a través de categorías de edad y el tiempo que una persona tenía diabetes. El estudio incluyó a 72.310 personas de 60 años y mayores con diabetes tipo 2.
Los resultados indican que entre los adultos mayores con diabetes durante menos tiempo (9 años o menos), las complicaciones cardiovasculares no fatales registraban la incidencia más alta (enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca congestiva y enfermedad cerebrovascular), seguida de enfermedad diabética del ojo y de eventos agudos de hipoglucemia.
La incidencia de complicaciones fatales en pacientes de mayor edad con diabetes durante más tiempo (10 años o más) fue similar, con tasas de hipoglucemia similares a las de la enfermedad de la arteria coronaria y la enfermedad cerebrovascular, según revela este trabajo.
Los resultados también indican que los pacientes de edad avanzada en cualquier grupo de edad tuvieron mayor incidencia de todos los resultados (complicaciones no fatales y muerte) si padecían diabetes durante más tiempo, en comparación con la duración de tiempo más corta.
"Este estudio de cohorte de cuatro años describe el curso clínico de la diabetes en los adultos mayores y sus hallazgos serán relevantes para médicos, investigadores y políticos. Pero más importante aún es que los datos de este estudio pueden informar sobre el diseño y el alcance de las intervenciones de política pública para que cumplan con las necesidades únicas de los pacientes ancianos con la enfermedad", concluyen los autores.