MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Establecer objetivos para los niveles de colesterol 'malo' (LDL) para prevenir enfermedades cardíacas y la muerte en aquellos en riesgo puede parecer lógico, pero décadas de investigación no han demostrado ningún beneficio consistente para este enfoque, revela un análisis de los datos disponibles, publicado en línea en la revista 'BMJ Evidence Based Medicine'.
En todo caso, no está identificando a muchos de los que están en alto riesgo, mientras que es muy probable que incluya a aquellos con bajo riesgo, que no necesitan tratamiento, advierten los investigadores, que cuestionan la validez de esta estrategia.
Los medicamentos para reducir el colesterol ahora se recetan a millones de personas en todo el mundo de acuerdo con las pautas clínicas.
Quienes tiene mala salud cardiovascular, niveles de colesterol LDL de 190 mg / dl o más, adultos con diabetes y aquellos cuyo riesgo estimado es del 7,5% o más en los próximos 10 años en función de diversos factores como la edad y los antecedentes familiares, se consideran en riesgo moderado a alto de enfermedad cardiovascular futura.
Pero aunque reducir el colesterol LDL es una parte establecida del tratamiento preventivo, y respaldado por una gran cantidad de evidencia, el enfoque nunca ha sido validado adecuadamente, aseguran los investigadores.
Por lo tanto, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo México revisaron sistemáticamente todos los ensayos clínicos publicados que compararon el tratamiento con uno de los tres tipos de medicamentos para reducir el colesterol (estatinas, ezetimiba y PCSK9) con la atención habitual o medicamentos simulados (placebo) durante un período de al menos un año en pacientes en riesgo.
Cada uno de los 35 ensayos incluidos se clasificó de acuerdo con si cumplía con el objetivo de reducción de colesterol LDL descrito en las pautas de la Asociación Americana del Corazón/ American Heart Association / Colegio Americano de Cardiología de 2018.
Luego, los investigadores calcularon la cantidad de personas que necesitarían ser tratadas para prevenir un 'evento', como un ataque cardíaco / accidente cerebrovascular o muerte, y la reducción del riesgo absoluto en cada estudio que informó resultados significativamente positivos.
Su análisis mostró que más de las tres cuartas partes de todos los ensayos no informaron de un impacto positivo en el riesgo de muerte y casi la mitad no reportó ningún impacto positivo en el riesgo de enfermedad cardiovascular futura.
Y la cantidad de reducción de colesterol LDL lograda no se correspondía con el tamaño de los beneficios resultantes, incluso con cambios muy pequeños en el colesterol LDL a veces asociados con reducciones mayores en el riesgo de muerte o 'eventos' cardiovasculares, y viceversa.
Trece de los ensayos clínicos cumplieron el objetivo de reducción de colesterol LDL, pero solo 1 informó un impacto positivo en el riesgo de muerte y 5 informaron una reducción en el riesgo de 'eventos'.
Entre los 22 ensayos que no alcanzaron el objetivo de reducción de LDL, cuatro informaron un impacto positivo en el riesgo de muerte, mientras que 14 informaron una reducción en el riesgo de eventos cardiovasculares. Este nivel de inconsistencia fue evidente para los tres tipos de fármacos.
Los investigadores reconocen que algunos de los 35 ensayos no fueron diseñados, o del tamaño necesario, para evaluar los resultados clínicos incluidos en este análisis. Sin embargo, señalan que al establecer objetivos para reducir el colesterol LDL en función del riesgo "se deben prevenir los eventos cardiovasculares en los pacientes con mayor riesgo y evitar el tratamiento innecesario en personas de bajo riesgo. Desafortunadamente, el modelo guiado por el riesgo funciona mal para lograr estos objetivos".
Debido a que el colesterol LDL se considera esencial para el desarrollo de la enfermedad cardiovascular, "parece intuitivo y lógico atacarlo", reconocen los investigadores,, pero agregan que, "teniendo en cuenta que docenas de ensayos controlados aleatorios de reducción de colesterol LDL no han podido demostrar un beneficio constante, debemos cuestionar la validez de esta teoría".
Y concluyen que "en la mayoría de los campos de la ciencia, la existencia de evidencia contradictoria generalmente conduce a un cambio de paradigma o modificación de la teoría en cuestión, pero en este caso la evidencia contradictoria ha sido ignorada en gran medida, simplemente porque no se ajusta a la prevaleciente paradigma".