MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El cáncer de colon es uno de los cánceres con más incidencia que aparecen en el género humano y, por desgracia, el más frecuente del aparato digestivo. Su aparición esta relacionada, por un lado, con la transformación y malignización a largo plazo de pólipos de colon; y por otro, con aspectos genéticos y hereditarios. Asimism, se ha puesto en evidencia la importancia que tiene una alimentación inadecuada en su desarrollo.
La incidencia es muy variable, dependiendo de los países, con variaciones que oscilan entre 1 y 51 casos por cada 100.000 habitantes. "En España se considera un número aproximado de 40.000 nuevos casos anuales y es necesario precisar que en más del 70% la aparición del tumor está por encima de los 50 años", precisa en una entrevista con Infosalus el profesor y doctor Manuel Hidalgo, especialista de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid.
Eso sí, este experto celebra que la enfermedad por carcinoma colorrectal ha evolucionado favorablemente en las últimas décadas y ello está unido a un mejor conocimiento de la misma; de los agentes y causas productoras; de los modernos métodos diagnósticos y, sobre todo, de un diagnóstico temprano. Para ello, los cribados son fundamentales.
"Todos estos factores han posibilitado la instauración de un tratamiento más efectivo del proceso y que, dependiendo de determinados aspectos, comprende cirugía, quimioterapia y radioterapia; si bien en un considerable número de casos, la cirugía resuelve el problema sin necesidad de terapéuticas adyuvantes", precisa el también director del Instituto de Cirugía Colorrectal del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
A su vez, destaca que los múltiples estudios experimentales que de manera cotidiana se realizan en relación con el cáncer colorrectal están encaminados a tener un mejor conocimiento de su origen, y cada vez adquieren más importancia las alteraciones genéticas y hereditarias, que se relacionan con determinados cánceres que tiene un origen familiar o hereditario.
"El conocimiento de ellas propiciará en un futuro la posibilidad de un tratamiento previo a la aparición de la enfermedad o en su origen, con el consiguiente beneficio para la salud", remarca el doctor Hidalgo.
QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIR EL CÁNCER DE COLON
Así, en el momento actual, tanto la prevención como el diagnóstico precoz son los factores más positivos a la hora de conseguir un buen resultado en el tratamiento del cáncer colorrectal. "El conocimiento de los síntomas que se relacionan con su presencia, para darle la importancia debida y llegar a un diagnóstico temprano, debería ser primordial en lo que se denomina 'población de riesgo', es decir, la de más de 50 años", añade el experto en aparato digestivo.
Desde la Fundación Española de Aparato Digestivo indican en esta línea que existen medidas sencillas encaminadas a la prevención de la enfermedad, y que constituyen hábitos de vida saludables eficaces. "Hacer una dieta habitualmente baja en grasas, bajas en carnes rojas, muy cocinadas, o en contacto directo con el fuego, baja en carnes procesadas, y sin embargo dietas muy ricas en fibras, frutas, legumbres, vegetales, hacer ejercicio físico frecuente, evitando la obesidad, no fumar, y moderar el consumo de alcohol son importantes medidas para la prevención", remarca.
En este contexto, el especialista del Hospital Nuestra Señora del Rosario resalta que entre un 20 y un 25% de todos los tumores de colon tienen un origen familiar o genético, y que los familiares de primer y segundo grado de estos pacientes son subsidiarios de padecer en su vida este proceso, y generalmente en edades más tempranas. Por ello, aconseja que estos deben someterse a pruebas diagnósticas para determinar cualquier alteración y adoptar las medidas adecuadas para un tratamiento efectivo.
Asimismo, el doctor Hidalgo menciona que existen determinados procesos (poliposis adenomatosa familiar, o colitis ulcerosa, por ejemplo) cuya relación con el cáncer de colon está plenamente demostrada, por lo que el tratamiento de las mismas de una manera efectiva es la única posibilidad de que estos pacientes no padezcan un cáncer colorrectal.
Sobre cómo sospechar del cáncer colorrectal, la FEAD indica que Existen ciertos síntomas: sangrado en las heces, cambios en la frecuencia (más frecuente) y características de las deposiciones (más blandas), masa abdominal, cansancio, anemia, pérdida de peso y apetito sin explicación aparente, dolor o molestias abdominales. Sin embargo, el cáncer colorrectal no tiene necesariamente que provocar síntomas y en ocasiones cuando los produce suele encontrarse en una fase avanzada.