MADRID, 25 Ago. (EDIZIONES) -
¿Cómo es posible que alguien que nos quiere nos haga daño? Según defiende la psicóloga Elisabeth Clapés, esto sucede porque esa persona se quiere a sí misma por encima de otra cosa en la vida, y esta figura podría encajar en el perfil de una persona que es narcisista o psicópata, con la figura de un 'depredador emocional', como ella lo llama en su último libro 'Tú no eres el problema. Entiéndete y sana tras el vínculo con personas narcisistas' (Montena), y por el que nos concede una entrevista a Europa Press Infosalus.
"El depredador emocional se quiere tanto, y se prioriza tanto a sí mismo, que es complicado que no nos haga daño porque pasará por encima de nosotros si hace falta", subraya esta experta, apuntando que la Ciencia recoge que en torno a un 1-2% de la población es así, nacen con estos rasgos, si bien ella por su experiencia profesional considera que el porcentaje debería ser más elevado.
Cuenta que se trata de personas que no están enfermas, y para las que no hay tratamiento en las consultas: "Socialmente no encajan con el resto de la población, la personalidad que hay debajo no es una normativa. No tienen delirio, no hay intervenciones posibles, y son conscientes de lo que hacen. Es un patrón de personalidad patológico, entre los factores genéticos y contextuales. Con un factor genético predisponente el contexto decide en cierta manera si ese rasgo se muestra o se inhibe. Hay casos que a pesar de crecer en una familia maravillosa se es así".
¿MÁS FRECUENTE EN HOMBRES O EN MUJERES?
Sobre si este perfil es más frecuente en hombres, dice que los rasgos de las personas narcisistas o psicópatas son socialmente achacados a los hombres habitualmente, en la dominancia, el deseo de poder, o por la manipulación que ejercen mediante la intimidación, por ejemplo; la mujer es más manipuladora desde el punto de vista psicológico, está mejor visto que chantajee a nivel emocional, porque se nos ha educado de diferente forma que a los varones.
"Está mejor visto que una mujer llore, que esté triste, y no que lo haga un hombre. A mi parecer está sesgado el porcentaje por la expresión del género en este perfil. Ambos pueden ser narcisistas, pero la mujer hace daño y manipula de otra manera. La Ciencia dice que es más en hombres, y en estos causa más daño porque sus métodos son más agresivos, se da más el asesinato, porque son personas más impulsivas, violentas, y agresivas, y como hacen más ruido puede parecer que hay más hombres que mujeres, pero realmente está sesgado", opina.
A CABALLO ENTRE EL NARCISISTA Y EL PSICÓPATA
Tal y como describe, el trastorno de personalidad narcisista es una persona que miente, que tiene carencia de empatía, una visión exagerada de sí mismo, así como a la hora de mencionar sus logros, o que se percibe por encima de los demás; mientras que define el trastorno de personalidad antisocial en una persona que es básicamente un delincuente y que no respeta las normas sociales, ni tiene interés por integrar en la sociedad.
"Cuando nos vamos a una maldad más premeditada, el narcisisimo se nos queda corto, y el trastorno de personalidad antisocial no acaba de encajar porque se queda en un delincuente. ;uchos psicópatas no cometen delitos, muy pocas veces van a la cárcel por un maltrato psicológico, dado que en muchas ocasiones es difícil de demostrar", defiende Elisabeth Clapés.
Entonces, indica que el narcisista es una persona "con una visión exacerbada de sí misma, que carece de empatía"; mientras que el psicópata es un perfil "más manipulador y que pretende obtener beneficios de todos los que le rodean", aparte de no vincularse con nadie, y esforzarse por contar con una imagen maravillosa de cara a la galería, pero es sólo apariencia.
"Hay una gama de grises entre el narcisista y el psicópata, que yo englobo en la figura del 'depredador emocional'. El narcisista se prioriza a sí mismo por encima de todo. Pero el psicópata no se pone sólo por delante, sino que no siente empatía, no conecta con los demás, es un inepto a nivel social. De entre estos dos hay gama de grises que, en función de su educación, de la edad que tengan, de lo mucho que se haya consolidado la personalidad en ellas, el contexto, de cuál sea la personalidad de base, son de una manera o de otra; pero siempre el narcisista será más de egocentrismo y de egoísmo, y el psicópata de crueldad, de maldad, y de frialdad", relata.
CLAVES PARA DETECTAR A UN DEPREDADOR EMOCIONAL
Según continúa, los depredadores emocionales, al final, son personas "que depredan realmente a su propia especie". Dice que puede haber casos más graves y leves, depende de esta gama de grises que estamos comentando, y esa persona se puede acercar más a un lado o a otro.
A su juicio, lo principal es tener en cuenta que en estas personas su intención siempre es dominar, tener poder, y obtener un beneficio, y lo que haga falta para ello, porque el fin para ellos justificaría los medios. "Como no conectan con el dolor que hacen, no sufren por el dolor que causan a otros, por eso hacen daño una y otra vez", apostilla.
Es más, subraya que no conectan con las emociones de otros, pero sí sienten las emociones de manera referencial: "Son personas que proyectan una imagen excelente de cara a la galería, incluso mejor a lo normal. Personas que de primeras entran en los ojos por esa capacidad de socializar o ese don de gentes, que cuelan como personas normales o excelentes, pero que con el paso del tiempo nos muestran realmente que son manipuladoras, mentirosas, egoístas, y que anteponen sus preferencias, o deseos, y que no tienen escrúpulos".