Claves para erradicar la polio

Vacuna de la polio
Foto: RIBI IMAGE LIBRARY
Actualizado: lunes, 22 junio 2015 14:17

   MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Los funcionarios de salud pública están a punto de eliminar la poliomielitis del planeta, pero un nuevo estudio demuestra que el trabajo no habrá terminado cuando se registre el último caso de esta enfermedad paralítica. En un artículo que se publica este viernes en 'PLoS Biology', los autores del trabajo señalan que podría continuar la transmisión silenciosa del polivirus durante tres años sin que se detecten casos, por lo que aconsejan que continúen los programas de vigilancia y las agresivas campañas de vacunación en los países endémicos años después de que se identifique el último caso.

   "Mediante el uso de los modelos de transmisión, demostramos que puede haber prolongadas cadenas de transmisión silenciosa en las poblaciones durante más de tres años, sin una sola persona que aparezca como un caso de polio", afirma la investigadora de posgrado de la Universidad de Michigan (UM), en Estados Unidos, Micaela Martínez-Bakker, quien realizó un estudio de seis años de la poliomielitis como parte de su tesis doctoral.

   "Una vez que erradiquemos la polio o pensemos que hemos erradicado la polio, probablemente deberíamos intensificar la vigilancia ambiental para asegurarnos de que el virus no se esconde en niveles muy bajos -plantea--. La erradicación de la poliomielitis está a punto de terminar con el virus. No se trata de erradicar la enfermedad de la polio paralítica".

   Pakistán, Afganistán y Nigeria son los únicos países donde la poliomielitis sigue siendo endémica desde hace más de 125 países en 1988. La enfermedad afecta principalmente a los niños menores de 5 años y una de cada 200 infecciones conduce a una parálisis irreversible, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que informó de 416 casos de poliomielitis en todo el mundo en 2013.

   Martínez-Bakker analizó los informes de casos de polio de grandes epidemias de Estados Unidos en la era prevacuna, junto con las estadísticas de nacimiento y los números del censo de todos los estados. Este enorme conjunto de datos proporcionó una visión única de la ecología de la infección de la poliomielitis en la ausencia relativa de intervención humana.

   Y la llevó a la conclusión de que la explicación principal para el marcado aumento en la incidencia de la poliomielitis en Estados Unidos desde la década de 1930 a la década de 1950 --una idea conocida como la hipótesis de la higiene o la hipótesis del desarrollo de la enfermedad-- es probable equivocada.

   En particular, el fuerte aumento de los casos que se produjo después de mediados de la década de 1940 parece ser una consecuencia directa de una creciente tasa de natalidad durante la posguerra, conocida como "baby boom", no el resultado de las mejoras en el saneamiento y la higiene, como sugieren los libros de texto actualmente.

   "Si tienes más leña, puede provocar un incendio forestal mucho más grande", pone como ejemplo Martínez-Bakker. "El 'baby boom' proporcionó más leña para las epidemias de polio --los niños pequeños y los bebés de más de 6 meses de edad--, de manera que eran posibles brotes mucho más explosivos". Los modelos de transmisión de la enfermedad le permitieron seguir el movimiento del poliovirus y reconstruir las millones de infecciones asintomáticas no observadas que propagaron la enfermedad en la primera mitad del siglo XX.

   El número de casos de polio estadounidenses alcanzó su punto máximo en 1952, con 57.000. Tres años más tarde, inoculaciones masivas con la vacuna de Jonas Salk empezaron después de que se declararaa "segura, eficaz y potente" durante una reunión científica en abril 1955 en la Universidad de Michigan.

   La nueva investigación de la UM muestra por primera vez que más de 3 millones de estadounidenses fueron probablemente infectados con el virus de la polio durante ese año pico de 1952. El estudio también explica por qué la epidemia de polio en Estados Unidos durante la época anterior a la vacuna era explosiva, estacional y variada geográficamente.

   "Llegar a la erradicación y la prevención de la reaparición de la poliomielitis requiere un profundo conocimiento de cómo persiste el virus", destaca Martínez-Bakker. "Se pueden utilizar las epidemias históricas anteriores a la utilización de las vacunas para separar la epidemiología de la enfermedad de los efectos de la vacuna. Nos permiten establecer una línea de base mediante el estudio del sistema en ausencia de intervención", concluye.

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