Cirugía para tratar miopía, cataratas o presbicia: ¿Qué técnica es mejor? ¿Cómo es el procedimiento?

Archivo - Revisión oftalmólogo.
Archivo - Revisión oftalmólogo. - KADMY/ ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 7 mayo 2025 13:23

MADRID 7 May. (EUROPA PRESS) -

El director médico de Instituto de microcirugía ocular (IMO) Grupo Miranza, Daniel Elies, ha destacado que el 80 por ciento del éxito de una cirugía refractiva depende de una adecuada elección de la técnica que se va a utilizar y del estudio preoperatorio del paciente, según han concluido diversos estudios, puesto que hay "muchas" técnicas válidas, pero "no hay una buena para todos los casos".

El 20 por ciento restante para la obtención de un resultado óptimo depende de la técnica en sí, el tipo de láser o la lente intraocular que se implante; el cirujano que la aplique; la institución en la que se opere; y la higiene en quirófano, según ha detallado el oftalmólogo durante un seminario formativo sobre cirugía refractiva, de presbicia y catarata organizado este miércoles por Miranza.

La cirugía refractiva es aquella que trata los defectos de la refraccion, como son la miopía (mala visión de lejos), la hipermetropía (mala visión de cerca) y el astigmatismo (visión distorsionada en todas las distancias), a fin de conseguir una buena visión sin necesidad de emplear gafas ni lentillas.

Elies ha aseverado que la cirugía no tiene porqué dejar "a cero" las dioptrías, de forma que no conseguir este resultado no supone un fracaso. "Imaginaos que tenemos que operar un ojo que tiene dos de dioptrías, y el otro tiene tres. Dejarle a cero es un error, porque ese paciente va a ir descompensado. Quizás mejor dejarle dos, para que vaya compensado con el otro ojo, si el paciente no quiere o no puede operarse de él", ha ejemplificado.

Asimismo, el doctor ha subrayado que este tipo de intervenciones no tienen solo un objetivo estético -quitar las gafas-, sino que también son útiles para tratar altas graduaciones; tratar descompensaciones de graduación entre ojos; lograr acceder a ciertas oposiciones, como en el caso de los bomberos; o tratar patologías, como las erosiones corneales recidivantes, entre otras.

En cuanto a las técnicas que se pueden usar, estas se dividen en dos grandes grupos: cirugía mediante láser y cirugía con lentes intraoculares. La primera permite cambiar la curvatura de la córnea para que enfoque correctamente, mientras que la segunda consiste en implantar una lente intraocular.

Sobre el procedimiento con lentes intraoculares, el profesional ha explicado que pueden usarse lentes fáquicas, que se implantan sin extraer el cristalino y, por tanto, es un procedimiento reversible y más adecuado en el caso de paciente joven con problema refractivo; o lentes pseudofáquicas, que sustituyen al cristalino y se emplean con más frecuencia cuando el paciente desarrolla presbicia o cataratas como consecuencia del envejecimiento.

Respecto al perfil de paciente que puede operarse con cada técnica para defectos refractivos, ambas requieren tener un ojo sano, tener un máximo de seis u ocho dioptrías para el láser y hasta 18 o 20 para lente intraocular. Además, por lo general el paciente debe ser mayor de edad, tanto por temas legales como para garantizar que la graduación esté lo más estable posible, sin cambios durante el último año.

Al hilo, Elies ha comentado que las dioptrías eliminadas mediante cirugía no vuelven, sino que cuando un tiempo después aumentan las dioptrías de la persona operada esto se debe a la "evolución natural" del ojo.

La cirugía refractiva tiene una duración de unos 15 minutos, es una cirugia ambulatoria, se usa anestesia tópica (gotas) y no requiere puntos. Tras la intervención, el oftalmólogo ha insistido en que hay que cuidarse para tener un buen resultado visual, evitando que entren elementos en la órbita ocular en la primera semana, usando gafas de sol o tratando de mantener los ojos cerrados el mayor tiempo posible durante las primeras 24 horas.

PRESBICIA O VISTA CANSADA

Por su parte, el oftalmólogo José María Soriano, de IMO Grupo Miranza y Miranza Madrid, se ha centrado en las técnicas para corregir la presbicia, o vista cansada, un proceso natural y consecuencia del envejecimiento que supone la pérdida gradual de la capacidad del ojo para enfocar objetos cercanos. Suele desarrollarse a partir de los 40-45 años y no puede prevenirse.

Según ha señalado, el 81 por ciento de los mayores de 45 años y el 98 por ciento de los mayores de 65 años presentan esta condición en España. Entre sus soluciones, destaca el uso de gafas o lentillas y las cirugías láser o para implantar lentes introaculares fáquicas o lentes intraoculares pseudofáquicas.

En cuanto a la mejor opción para cada caso cuando el paciente quiere operarse, ha precisado que el láser y las lentes fáquicas tienden a indicarse para personas de entre 45 y 55 años, ya que tienen un cristalino sano y este siempre es mejor que uno artificial. Mientras, los candidatos para las lentes pseudofáquicas suelen ser mayores de 55 años; hay que sustituir el cristalino, pero la ventaja es que es una solución definitiva.

En el caso de la cirugía con lentes intraoculares, ha detallado que existen varios tipos de lente y su elección deberá ser personalizada para cada paciente y su estilo de vida. Así, las lentes monofocales enfocan solo un rango de visión concreto, habitualmente de lejos; las lentes monofocales avanzadas corrigen la visión lejana y mejoran la intermedia; las de rango extendido alargan la visión lejana, intermedia e, incluso, a veces, la cercana; y las multifocales permiten ver a todas las distancias.

CATARATAS

La cirugía de cataratas es la que más se realiza en España, con en torno a 550.000 intervenciones anuales, y la que más lista de espera tiene en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Ante este contexto, la subdirectora médica de Miranza Madrid, Blanca Poyales, ha subrayado la importancia de operar esta afección de forma precoz para ganar en calidad de vida.

Según ha apuntado, los síntomas de las cataratas se desarrollan muy lentamente y comienzan con un deslumbramiento, pérdida de sensibilidad al contraste o la alteración de la percepción de los colores. Las cataratas tienen como causa un deterioro del cristalino debido a un proceso degenerativo que sufren todas las personas, antes o después, aunque también tiene causas como la diabetes, el uso de corticoides, traumatismos o el tabaco.

En esta línea, ha apuntado que el tratamiento de las cataratas es quirúrgico en todos los casos; se trata de una cirugía ambulatoria en la que se emplea anestesia tópica o local y que se desarrolla en tres pasos, que consisten en usar un láser de femtosegundo, realizar una aspiración de los fragmentos y proceder al implante de la lente intraocular personalizada.

Por último, la especialista ha querido desmentir algunos mitos y, en este sentido, ha afirmado que las cataratas no se reproducen, que la lente que se implanta no se ensucia y que, de un modo u otro, siempre hay que poner una lente en el paciente para corregir la catarata.

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