Cinco claves para actuar frente a la halitosis en menores

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Actualizado: martes, 8 agosto 2017 11:35

   MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Una higiene dental adecuada es clave para evitar diferentes enfermedades y contar con una buena salud bucodental, patologías entre las que se encuentra la halitosis, o más conocido como 'mal aliento', un problema que también puede afectar a los más jóvenes.

   Tanto que, de los 9.000 pacientes tratados en 2017 de más de 90 países, el 22,1 por ciento de estos (57% niños, 43% niñas) tenían menos de 15 años, según datos el Instituto del Aliento, desde donde han señalado que los padres de los jóvenes contactan preocupados, porque perciben una alteración en el aliento de sus hijos que estos no se atreven a confesar.

   Existen ciertas enfermedades que desencadenan en mal aliento, entre las que se encuentran, lengua saburral (23%), gingivitis (18%), patologías otorrinolaringológicas _asociadas con adenoides, amígdalas, obstrucción nasal o rinosinusitis, entre otros_ (35%), problemas gastroenterológicos e intolerancias alimentarias (26%) y otros (8%), halladas en niños y adolescentes en la red de centros asociados al Instituto.

   Por ello, el director del Instituto del Aliento, Jonar Nunes, ha elaborado una serie de consejos para actuar frente a la aparición de halitosis en menores:

   1. Higiene dental adecuada y visitas periódicas con el dentista. Según la Sociedad Española de Odontopediatría, hasta el primer año de edad basta con limpiar los dientes con una pequeña gasa humedecida. A partir de los dos años se introduce el cepillo, de cabezal pequeño y cerdas suaves.

   Los padres tienen la labor de enseñar al menor, pasándole el cepillo con delicadeza, después de cada comida. La cantidad de pasta ha de ser mínima _el equivalente a una lenteja_, ya que no es aconsejable que se trague el flúor.

   A partir de los ocho años de edad deberá usar el hilo dental para eliminar eficazmente la placa bacteriana que se encuentra entre los dientes. Existen reveladores de placa bacteriana comúnmente usados por los dentistas para verificar la eficacia de la técnica de higiene oral realizada por el niño.

   2. Limpieza regular de la lengua (dos veces al día) y uso de enjuagues. Es una causa muy frecuente de mal aliento y se elimina a través del uso de instrumentos específicos (los limpiadores de lengua) para el efecto que minimizan la sensación de arcadas en comparación con el uso de un cepillo de dientes. En algunos casos está indicado el uso de enjuague bucal. Sin embargo, este debe ser específico para niños (sin alcohol y evitando ciertos antimicrobianos como la clorhexidina).

   3. Comer cuatro comidas al día. Los ayunos prolongados tienden a provocar halitosis, pues cuanto más prolongado el ayuno, más intensa la halitosis. También la ausencia de masticación durante un periodo largo de tiempo (con la consecuente reducción de la producción salival) contribuye a esta aparición de mal aliento.

   Las dietas blandas (ausencia de vegetales crudos y fruta) favorecen la aparición de la saburra lingual. La leche puede provocar mal aliento en algunos niños, tal y como indica el Doctor Nunes en su libro 'Cómo cuidar del Aliento - la Guía definitiva'.

   4. Boca limpia, pero la nariz también limpia. El Doctor Nunes ha advertido de que los fenómenos relacionados con la obstrucción nasal y la respiración bucal son causas frecuentes. El lavado nasal regular con suero fisiológico puede ayudar en los casos de obstrucción nasal.

   5. Si aun así existe el problema, llevar al niño a un centro especializado en halitosis. Si a pesar de haber realizado correctamente los puntos anteriores persiste el problema, es necesario la asistencia de un experto dotado de tecnología de diagnóstico (por ejemplo, las narices electrónicas) para determinar el origen de la causa, ya que existen más de 80 fisiopatologías desencadenantes de mal aliento.

   El doctor Nunes ha recomendado no realizar, bajo ningún concepto, un tratamiento sin tener total seguridad de cuál es la causa.

   "En la Unidad Hospitalaria de Halitosis del Centro Médico Teknon (Barcelona) hemos tenido varios casos de niños y adolescentes a los cuales, por ejemplo, les fueron extirpadas las amígdalas sin un estudio de los gases del aliento con el objetivo de solucionar el problema y al final la causa era otra", ha concluido.