MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS
En niños con epilepsia severa, la cirugía es el último recurso utilizado para prevenir las convulsiones, pero el tratamiento a menudo conlleva el riesgo de deficiencias visuales y cognitivas. Ahora, un nuevo estudio financiado por el National Eye Institute y dirigido conjuntamente por investigadores de la Facultad de Salud de la Universidad de York y la Universidad Carnegie Mellon, ha comprobado que los cerebros de los niños con epilepsia severa pueden compensarlo recableando las regiones de la corteza visual después de la cirugía.
"Lo que estamos viendo es notable --destaca Erez Freud, profesor asistente del Departamento de Psicología de la Facultad de Salud de la Universidad de York y del Centro de Investigación de la Visión, coautor del estudio--. El caso más sorprendente de nuestros hallazgos fue una niña de 14 años que tenía una epilepsia grave que se originó en el lado izquierdo del cerebro. Se sabe que la parte del cerebro que se extrajo en la cirugía participa en la capacidad de leer. A pesar de que se eliminó este hemisferio, esta paciente podía leer con un funcionamiento relativamente normal y cuando escaneamos su cerebro con resonancia magnética, descubrimos que esta 'región de lectura' del cerebro se había remapeado en el hemisferio derecho sano".
Los investigadores explican que este hallazgo proporciona una fuerte evidencia de que el cerebro tiene cierto grado de plasticidad. Para que el cerebro procese lo visual normalmente necesita procesar la información enviada desde el ojo a la parte del cerebro que le permite comprender lo que el ojo está viendo (percepción) - .
Para que un individuo pueda ver, las señales del ojo se procesan primero en la corteza visual temprana, una región en la parte posterior del cerebro que es necesaria para la vista, y luego viajan a través de otras partes de la corteza cerebral, para permitir el reconocimiento de patrones, caras, objetos, escenas y palabras.
En los adultos, incluso si la vista sigue intacta, las lesiones o la extirpación de incluso una pequeña área de los centros de procesamiento de la visión del cerebro pueden llevar a una drástica pérdida de percepción permanente, lo que les impide reconocer caras o ubicaciones, o leer. Pero en los niños, que aún se están desarrollando, esta parte del cerebro parece tener plasticidad y es capaz de reconectarse.
Los investigadores reclutaron a 10 niños que se habían sometido a una cirugía para la epilepsia grave entre las edades de 6 y 17 años, causada en la mayoría de los casos por una lesión como un accidente cerebrovascular en la infancia o un tumor.
El equipo comparó los perfiles neuronales y visuoperceptuales de estos pacientes con 10 niños sanos de control. Tres de los niños que se habían sometido a una cirugía habían perdido partes de la corteza visual en el lado derecho, tres en el lado izquierdo y cuatro habían perdido otras partes del cerebro que no estaban involucradas en la percepción, sirviendo como un segundo tipo de grupo de control .
De los seis niños a los que se les extirparon áreas de la corteza visual, cuatro tuvieron reducciones permanentes en la visión periférica en un lado debido a la pérdida de la corteza visual temprana. En todos los casos la epilepsia se resolvió o mejoró significativamente después de la cirugía.
Para comprender mejor cómo podría estar ocurriendo la plasticidad, los investigadores realizaron el estudio en dos fases. En la primera cada participante estuvo expuesto a diferentes series de tareas que probaron las habilidades de percepción de los niños, incluido el reconocimiento facial, la capacidad de clasificar objetos, la lectura y el reconocimiento de patrones. Lo hicieron pidiéndoles a los niños que identificaran objetos, lugares y caras.
En la segunda fase, los investigadores tomaron imágenes de los cerebros de los participantes utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (exploración por RMN). Se pidió a los participantes que se tumbaran en la resonancia magnética y observaran un flujo de imágenes, palabras, caras, objetos y lugares. La prueba permitió a los investigadores visualizar con precisión las áreas del cerebro que se activaron y medir la respuesta a estas imágenes.
Con la excepción de dos individuos que tenían una mayor parte de la corteza alterada, los investigadores encontraron que todos los pacientes mostraban un desempeño perceptivo normal en las tareas y podían identificar rostros y objetos, lugares y palabras, que caían dentro del rango normal incluso para actividades complejas de percepción y memoria.
Incluso en los participantes que no mostraron una reasignación clara, los resultados mostraron que la región sana del cerebro todavía era capaz de compensar las regiones que faltaban en el hemisferio del cerebro donde se extrajeron las lesiones, y de una manera que no suele verse en los adultos. Los investigadores aseguran que estos hallazgos ofrecen nuevos conocimientos sobre la maleabilidad de la corteza en los niños.
"Es posible que el tratamiento quirúrgico temprano para los niños con epilepsia sea lo que permita este nuevo mapeo --aventura Freud--. Esto puede deberse a que la epilepsia es una condición continua del cerebro y, con la extirpación temprana del tejido, el cerebro puede tener tiempo de volver a cablearse al otro hemisferio sano y, por lo tanto, puede compensar las funciones que están dañadas en la otra parte del cerebro. Pero se necesita más investigación para comprender mejor exactamente cuáles son los procesos de desarrollo que median esta compensación".