MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El cerebro almacena información detallada de una mano amputada incluso décadas después de haberla perdido, independientemente de si los amputados aún experimentan el síndrome del miembro fantasma, según ha demostrado un estudio publicado en la revista 'eLife'.
Los hallazgos se basan en un trabajo anterior en el que el mismo equipo de investigación utilizó un escáner de resonancia magnética de gran potencia para observar la actividad cerebral de dos personas que habían perdido su mano izquierda por amputación entre dos y tres décadas atrás. Aunque hubo menos actividad cerebral relacionada con los dedos de la mano izquierda, encontraron que los patrones específicos que componían la composición de la imagen de la mano en el cerebro se ajustaban bien a los de las personas de dos manos.
"Nuestros hallazgos anteriores demostraron la estabilidad de la imagen de la mano en la corteza a pesar de décadas de amputación. Sin embargo, no sabíamos si esta representación manual en el cerebro refleja sensaciones fantasma y, por lo tanto, solo persiste en aquellas pocas personas que experimentan sensaciones vívidas", explica el autor principal del estudio, Daan Wesselink, estudiante de doctorado de la Universidad de Oxford y el Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College London (Reino Unido).
Para abordar esta pregunta, utilizaron una técnica de decodificación del cerebro basada en el patrón de actividad cerebral en 18 amputados, quienes perdieron la mano en una amputación en promedio hace 18 años y experimentaron una intensidad variable de las sensaciones fantasma. El equipo también observó si el desarrollo de las huellas dactilares neuronales de la mano requiere alguna experiencia previa de tener una mano, estudiando a 13 personas a las que le faltaba una mano desde el nacimiento. Pidieron a ambos grupos que "movieran" los dedos de sus 'manos' mientras estaban en un escáner de resonancia magnética, y compararon los resultados con los participantes de dos manos.
Descubrieron que la actividad cerebral de los amputados que tenían las sensaciones más fuertes de poder mover cada uno de sus dedos fantasmas retenía la información más clara de la mano que faltaba en su cerebro. Pero incluso aquellos que apenas experimentan sensaciones de manos fantasma tenían la misma información conservada en sus cerebros, lo cual fue "sorprendente, ya que esos amputados no tienen experiencias durante su vida diaria de que su cerebro haya conservado esta información sobre su extremidad anterior".
En contraste, el grupo que nació con una mano mostró algo de actividad cerebral durante el movimiento del miembro fantasma, pero no tenía la misma huella neuronal dedicada a la mano que faltaba. Esto sugiere que podría ser más difícil diseñar neuroprótesis o realizar trasplantes de mano para este grupo.
"Hemos demostrado que una vez que se forma la 'imagen' de la mano en el cerebro, generalmente es poco probable que cambie, a pesar de los años de amputación e independientemente de la intensidad de las sensaciones fantasma", concluye otra de las autoras, Tamar Makin.