MADRID 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 49,8% de los pacientes con vejiga hiperactiva (VH) no cumplen adecuadamente los tratamientos interpuestos, según el Análisis Nacional de la Adherencia al Tratamiento en patologías crónicas, del Grupo OAT.
En este sentido, los laboratorios Pierre Fabre en colaboración con el Grupo OAT, con el objetivo de mejorar la adherencia al tratamiento, ha impulsado el 'Consenso sobre la Mejora del Proceso Asistencial en la Vejiga Hiperactiva desde la Adherencia' (claVHes).
A pesar de esta falta de adherencia, según el meta analáisis 'Global Prevalence of Overactive Bladder', la VH tiene una incidencia global del 20%, con una prevalencia mayor en personas con sobrepeso u obesidad, así como en mayores de 60 años, donde alcanza el 28,3%. Además, alrededor del 28% de los hombres y del 49% de las mujeres con síntomas de vejiga hiperactiva también experimentan pérdida involuntaria de orina, siendo la mayoría de los casos de urgencia.
Asimismo, su carga económica se estima en más de 1.300 euros anuales por paciente, repartidos en visitas médicas (61,9%), costes de fármacos (13,9%), efectos secundarios (10,8%), absentismo y presentismo laboral (9%) y adquisición de absorbentes (4,5%).
Por otro lado, la VH afecta a los dominios emocional, sexual y laboral. Las personas con VH manifiestan ansiedad, miedo a la incontinencia y una sensación de depresión y desesperanza asociadas al trastorno.
Sin embargo, según el estudio 'Uso de recursos y carga socioeconómica asociada a adultos con vejiga hiperactiva en tratamiento farmacológico en España', apenas el 7,3% de los pacientes con VH en España reciben tratamiento farmacológico, una cifra baja según los expertos, y motivada por el infradiagnóstico, el infratratamiento y el abandono provocado por expectativas no cumplidas o por efectos adversos.
"La mejora de la adherencia terapéutica requiere entender no solo las características clínicas de la enfermedad, sino también las barreras emocionales, sociales y de comunicación que afectan al paciente en su día a día", apunta la directora del Grupo OAT, Amaia Casteig.
En este sentido, la sequedad bucal es el efecto secundario que con más frecuencia provoca la interrupción del tratamiento, seguido de la cefalea y las náuseas.
Otra de las barreras que dificultan el seguimiento del tratamiento es la falta de información. "Un paciente que comprende bien su patología y el sentido de cada paso del tratamiento tiene muchas más posibilidades de seguirlo correctamente", señala la presidenta de la Asociació per a la incontinència, Àngels Roca.
En el caso de las mujeres, "muchas tardan en consultar, porque son cuidadoras y se priorizan en último lugar", afirma la jefa de Servicio de Ginecología en la Fundació Hospital de l'Esperit Sant de Santa Coloma (Barcelona), Judith Lleberia. No obstante, añade que cada vez existe una mayor tendencia al autocuidado y se están superando los tabús en torno a la incontinencia urinaria.
LA IMPORTANCIA DEL ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR
El grupo de trabajo multidisciplinar que lidera este proyecto, integrado por especialistas en Ginecología, Urología, Medicina de Familia, gestión sanitaria, representantes de sociedades científicas y asociaciones de pacientes, desarrollará medidas orientadas a mejorar los flujos asistenciales, contribuyendo así a un abordaje más eficaz de esta patología.
Dado que muchos pacientes con VH son atendidos a la vez por varios especialistas, debido a la existencia de comorbilidades, es necesaria una buena comunicación entre los profesionales sanitarios, para garantizar que no se produzcan fallos en la atención.
El enfoque multidisciplinar contribuye de manera decisiva a una atención más homogénea, y, en consecuencia, más equitativa. "Es más eficiente, ya que permite definir quién es la persona más adecuada en cada momento para realizar un diagnóstico, un seguimiento o, en caso necesario, una derivación hospitalaria, así como establecer los criterios y procedimientos para hacerlo", indica la gerente asistencial de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), Charo Azcutia.
Además, este modelo no solo identifica quién debe intervenir, sino también cómo realizar ese seguimiento, aspecto "fundamental" para mejorar la adherencia terapéutica y la calidad de vida de las personas mayores.