MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Boston Children's Hospital en Estado Unidos han descubierto nuevos conocimientos sobre la trayectoria de desarrollo del autismo, que sugieren que casi el 40 por ciento de los niños diagnosticados con trastornos del espectro autista cuando eran pequeños ya no cumplen con los criterios a los seis años, lo que subraya la importancia del seguimiento del desarrollo de los niños diagnosticados a una edad temprana.
En un estudio publicado en 'JAMA Pediatrics', los investigadores arrojaron nueva luz sobre la naturaleza cambiante de los diagnósticos del trastorno del espectro autista (TEA) en la primera infancia. Diagnosticar el TEA a una edad temprana es importante para la intervención y el tratamiento temprano, pero este nuevo estudio sugiere que no todos los niños siguen cumpliendo los criterios del TEA a medida que crecen.
El equipo descubrió que el 37 por ciento de los niños diagnosticados con TEA cuando eran pequeños ya no cumplían los criterios para el TEA alrededor de los seis años. Los niños con habilidades de adaptación más bajas (habilidades cotidianas esenciales que abarcan la comunicación, el cuidado personal y la toma de decisiones) tienden a tener más probabilidades de que el TEA persista más adelante en la vida.
Estos hallazgos subrayan la naturaleza matizada del TEA y la importancia de las evaluaciones continuas a lo largo del desarrollo del niño. La doctora Elizabeth Harstad, médico tratante en medicina del desarrollo en Boston Children's y líder del estudio, enfatiza la importancia de buscar evaluaciones para inquietudes sobre el desarrollo y alienta a los padres y cuidadores a permanecer abiertos a la posibilidad de que los diagnósticos evolucionen con el tiempo.
"Es importante reconocer que los diagnósticos pueden evolucionar a medida que se desarrolla el niño. Nuestra investigación muestra lo importante que es monitorear a los niños a lo largo del tiempo, porque algunos niños realmente pueden tener cambios en su comunicación social y función conductual. Esto subraya la necesidad de evaluaciones continuas y estrategias de intervención adaptables", afirma.
Si bien el estudio proporciona información crucial sobre la trayectoria del desarrollo del TEA, el doctor William Barbaresi, jefe de Medicina del Desarrollo del Boston Children's y autor principal del artículo, enfatiza la necesidad de más evidencia para determinar la efectividad de las intervenciones en los resultados a largo plazo. Todos los niños en este estudio recibieron intervenciones después de su diagnóstico inicial de TEA, y la mayor cantidad de intervenciones se recibieron en los 18 meses posteriores al diagnóstico.
El equipo no encontró una relación significativa entre la persistencia del TEA y la intensidad de las intervenciones recibidas por los niños en los 18 meses posteriores al diagnóstico inicial. Por lo tanto, estos hallazgos sugieren que se necesita más investigación sobre los impactos de las intervenciones individualizadas en el desarrollo.
Las implicaciones de esta investigación son de gran alcance, ya que exige una reevaluación de las prácticas actuales en el cuidado de niños pequeños con TEA. El estudio señala la necesidad de un cambio hacia un enfoque de intervención más dinámico e individualizado.
"Es posible que los niños que ya no tienen autismo a los seis años hayan respondido mejor al tratamiento que los niños cuyo autismo persistía. Los hallazgos del estudio deberían provocar una reconsideración muy franca de la necesidad de realizar mucha más investigación para comprender si el tratamiento actual para el autismo está funcionando o si se necesitan nuevos esfuerzos importantes para desarrollar enfoques de tratamiento", concluye Barbaresi.