MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
En España, cada año, 25.000 personas son diagnosticadas de cáncer de mama, casi todas ellas son mujeres que, en muchos casos, van a necesitar una reconstrucción de la mama tras la eliminación de la tumoración que, en ocasiones, tarda meses en llegar. Sin embargo, "lo ideal es que la mujer saliera con la mama reconstruida en la misma intervención quirúrgica", señala el doctor Daniel García Paricio, especialista en Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética de la TEKNON.
"Hay mujeres que tardan años en reconstruirse la mama y eso es lo que hay que evitar a toda costa porque podemos reducir ese tiempo de espera", añade en una entrevista a Europa Press con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se celebra este miércoles 19 de octubre.
Los factores que cuenta en contra de la reconstrucción en la misma intervención son varios, no obstante considera que aquellos que son ajenos a las pacientes o al tratamiento no deben ser una traba, ya que los beneficios psicológicos que genera en la mujer no ver su pecho amputado son muchos. De hecho algunos estudios demuestran que las pacientes con reconstrucción mamaria inmediata tienen un riesgo más bajo de padecer ansiedad y depresión ante la enfermedad, ya que la paciente no se siente mutilada al salir de la operación.
El cáncer de mama sigue siendo el tipo de tumor más habitual entre las mujeres en la sociedad occidental. Su tratamiento consiste en una parte quirúrgica, que explica va desde tumorectomías circunscritas hasta la mastectomía o extirpación de la mama; y una parte oncológica médica basada en tratamientos con fármacos (quimioterapia) y se puede completar el tratamiento desde el punto de vista oncológico físico (radioterapia).
"La reconstruir la mama es posible tras la amputación, el hecho de hacer una reconstrucción no impide que luego la paciente pueda seguir con sus tratamientos oncológicos", advierte este experto quien recuerda que ya existen métodos que no interfieren en el tratamiento previo o posterior, ni en el control posterior del cáncer de mama y que, en el caso de sufrir una recidiva del tumor una vez ya reconstruída la mama, esta reconstrucción no interferirá negativamente en el diagnóstico precoz de tal recaída si los mecanismos exploratorios son los adecuados.
"Este tipo de intervenciones cada vez se hacen más, el problema es que tienen que ser equipos muy grandes, donde se coordine el equipo muy bien, y luego que las técnicas quirúrgicas ideales para conseguir todo eso son costosas, largas y necesitan un personal muy preparado", advierte.
"El cien por cien de las pacientes deberían salir reconstruidas en le mismo momento", no obstante reconoce que hay casos donde lo recomendable es esperar. "Por ejemplo, si hablamos de franjas de mujeres de entre 35 a 45 años con suficiente tejido autólogo, que suelen ser el 85 por ciento de las pacientes, lo ideal sería hacerlo en el 100% de las pacientes".
MÉTODOS RECOMENDADOS DE RECONSTRUCCIÓN
Los dos únicos factores que limitan la realización de la reconstrucción mamaria inmediata son, por un lado, un déficit de recursos, entre los que señalan la carencia de unidades de mama en las que los cirujanos plásticos formen parte del equipo, y por otro lado, que exista alguna contraindicación por el oncólogo o por la situación e la paciente.
Los avances producidos en los últimos años en las técnicas y en la indicación de la cirugía de reconstrucción mamaria han permitido que actualmente la mayor parte de las pacientes con cáncer de mama se puedan someter a esta intervención de reconstrucción. El experto recuerda que a la hora de hablar de una reconstrucción mamaria tras un cáncer de mama se habla básicamente de dos técnicas: en las que se utiliza una prótesis y en las que se utiliza tejido autólogo.
En el caso de las prótesis básicamente se utiliza un expansor tisular, primero se coloca una prótesis provisional que expande la piel, y una vez que se tiene suficiente tejido expandido, se coloca una prótesis definitiva, "esa sería la técnica más utilizada en los últimos años, en la que se pueden obtener resultados muy buenos pero que siempre vamos a tener un implante".
El problemas es que, "cuanto más sofisticadas es la reconstrucción mas estrés aplicamos en la zona". Además, aunque admite controversia en este asunto, señala que "el recambio del expansor con un implante es una contraindicación para luego hacer radioterapia, aunque muchos especialistas digan que no, porque luego la radioterapia va a afectar también a los tejidos sanos y si hemos colocado un expansor esa piel no se va expandir correctamente.
Sin embargo, si se hace la reconstrucción con tejido autólogo, "por ejemplo con tejido abdominal y no hay expansor ni prótesis colocada, todos los tejidos son de la paciente, esa paciente va a aguantar mejor una quimioterapia o una radioterapia porque ese colgajo es de tanta calidad que va a aguantar cualquier tipo de agresión posterior para intentar acabar con los tejidos tumorales".
Precisamente, esta sería la otra técnica recomendada, la reconstrucción microquirúrgica con tejido del abdomen, que es conocida como DIEP. En este caso se utiliza la piel y grasa del abdomen, sin destruir ningún músculo y sin aportar ningún material extraño para el cuerpo (implantes mamarios). El objetivo del cirujano plástico es crear un nuevo pecho lo más parecido posible a una mama natural.