MADRID 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un amplio estudio de casos y controles realizado por investigadores internacionales del Centro RIKEN de Ciencias Médicas Integradoras (IMS) de Japón ha descubierto que las personas portadoras de ciertos factores genéticos de riesgo de cáncer gástrico tienen un riesgo mucho mayor si también han sido infectadas por la bacteria 'Helicobacter pylori'.
El estudio, publicado en la revista médica 'The New England Journal of Medicine', podría contribuir al desarrollo de una medicina genómica a medida para tratar el cáncer de estómago, destacan los investigadores.
El cáncer de estómago es la cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo y presenta factores de riesgo tanto ambientales como genéticos. Desde el punto de vista ambiental, la infección por 'H. pylori' aumenta el riesgo de cáncer de estómago. Dado que la virulencia del 'H. pylori' en Asia oriental es elevada, la incidencia de cáncer de estómago es mayor en países como Japón.
Genéticamente, aunque la variación genética hereditaria es la razón por la que tenemos ojos de distinto color y somos únicos como individuos, a veces las variantes genéticas se asocian con el riesgo de enfermedad. Por ejemplo, los individuos portadores de una determinada variante patogénica hereditaria del gen CDH1 tienen un mayor riesgo de cáncer gástrico.
Las pruebas para detectar la presencia de variantes patogénicas son actualmente una de las diversas medidas que se adoptan para la prevención, vigilancia y selección del tratamiento del cáncer. Sin embargo, como faltan estudios de casos y controles a gran escala, y como los que existen no han evaluado cómo cambia el riesgo de cáncer de estómago cuando las variantes patógenas interactúan con factores ambientales como 'H. pylori', sigue sin estar claro qué medidas clínicas reales pueden tomarse.
Para abordar esta cuestión, los investigadores evaluaron el riesgo de cáncer gástrico en un amplio estudio de casos y controles de japoneses, teniendo en cuenta si eran portadores de variantes patógenas y si habían estado infectados por 'H. pylori'.
Utilizando un método de análisis genómico desarrollado originalmente en el RIKEN, el equipo conjunto dirigido por Yukihide Momozawa, del RIKEN IMS, y Keitaro Matsuo, del Centro Oncológico de Aichi, analizó muestras de ADN de más de 11.000 pacientes con cáncer de estómago y 44.000 personas sin cáncer para detectar 27 genes asociados a tumores hereditarios. Su análisis identificó nueve genes altamente relacionados con el riesgo de cáncer de estómago.
A continuación, analizaron la interacción entre las variantes patogénicas de los nueve genes y los antecedentes de infección por 'H. pylori' en los pacientes. En primer lugar, descubrieron que el riesgo de cáncer gástrico era drásticamente mayor cuando una variante patogénica se combinaba con la infección por 'H. pylori' que cuando cualquiera de los dos factores estaba presente por sí solo. De los nueve genes, cuatro eran de especial interés porque codifican proteínas que normalmente ayudan a reparar el ADN dañado.
El primer autor, Yoshiaki Usui, cree que estas variantes patógenas agravan el daño causado por la infección por 'H. pylori'. "La infección por 'H. pylori' provoca cáncer porque favorece la rotura de la doble cadena del ADN y desestabiliza el ADN de las células estomacales --explica Usui--. Combinar eso con variantes genéticas que impiden la reparación normal del daño parece aumentar sustancialmente el riesgo de cáncer gástrico".
Dado que la prevalencia de la infección por 'H. pylori' es alta y su erradicación ha resultado difícil, el cribado de variantes patógenas puede ayudar a determinar a quién debe darse prioridad en las intervenciones. En general, reducir el riesgo de cáncer de estómago mediante el cribado de la infección por 'H. pylori' y su erradicación sigue siendo una prioridad para todos, independientemente de que sean portadores o no de las variantes patógenas.
"Para la práctica clínica, tendremos que determinar hasta qué punto la erradicación de 'H. pylori' tiene realmente un efecto preventivo, o cuándo debe considerarse la erradicación", dice Matsuo.
Este estudio forma parte de un amplio esfuerzo por desarrollar mejores formas de prevenir y tratar el cáncer mediante la comprensión de cómo interactúan los factores ambientales y genéticos.
"La información obtenida de nuestro estudio contribuirá a las directrices de práctica médica sobre el cáncer gástrico y las variantes patogénicas, y se espera que contribuya a establecer un sistema de medicina genómica a medida, que incluya una mayor precisión diagnóstica, el desarrollo de terapias dirigidas a los genes causantes y medidas preventivas más adecuadas para el cáncer gástrico", afirma Momozawa.