MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los cambios de horarios, así como el estrés y las consecuencias derivadas pueden empeorar la diabetes o incluso ser el desencadenante de una diabetes tipo 2, ha comentado el investigador del CIBERDEM en el Hospital Clínic de Barcelona, Serafín Murillo.
Y es que, para las personas con diabetes todos los cambios de horarios, especialmente si se realizan en turno nocturno, aumentan el riesgo de incremento de peso corporal y, se relacionan directamente con una peor gestión de la enfermedad.
Este tipo de situaciones no tienen por qué suponer una limitación para quien padezca esta enfermedad, aunque el experto ha destacado la importancia de tomar conciencia y realizar más controles de los habituales, planificar las pausas para las comidas con antelación y llevar un estilo de vida saludable.
Entre las principales dificultades a las que puede verse expuesta una persona con diabetes están las hiperglucemias extremas y las hipoglucemias. Las hipoglucemias pueden suponer dificultades de concentración y pérdida de habilidades, incluso la pérdida de conocimiento en casos extremos en personas con diabetes tratadas con insulina.
"Por tanto, determinadas actividades necesitarán un control mucho más estricto por parte de las personas con diabetes para evitar problemas asociados", ha comentado el doctor, para informar de que para controlar los niveles de glucosa en sangre y prevenir estas situaciones, los sistemas de monitorización continua de la glucosa (MCG) más recomendables son los sensores transcutáneos y los implantables.
Y es que, a diferencia de los métodos tradicionales, estos dispositivos proporcionan información continua y más precisa al paciente, que puede acceder a ella en todo momento a través de su 'smartphone'. Además, el mismo dispositivo también alerta a través de una vibración cuando los niveles de glucosa en sangre se acercan a la hipoglucemia o a la hiperglucemia con tiempo suficiente para que puedan tomar las medidas necesarias antes de sufrir un episodio grave.
También es importante dar a conocer a los compañeros de trabajo la situación ya que, en caso de necesidad, podrán darle asistencia de forma mucho más rápida y efectiva. Ante una hipoglucemia, la asistencia al diabético consistirá simplemente en proporcionarle alimentos ricos en azúcares, si bien en casos más extremos de pérdida de conciencia puede llegar a ser necesaria la aplicación de una inyección de glucagón.
No obstante, y aunque sea recomendable avisar a los compañeros para poder solucionar las situaciones donde se requiera asistencia, el trabajador "no está obligado" a comunicar a los superiores que tiene diabetes, siempre y cuando no se trate de un puesto de trabajo con limitaciones.