La enfermedad afecta principalmente a los perros, aunque si se transmite al humano se puede mostrar especialmente virulenta en pacientes inmunodeprimidos
MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Entre 20 y 80 personas sufren cada año una infección grave por leishmaniosis, una enfermedad que se transmite del animal --principalmente perros-- al humano, que provoca fiebre e inflamación del hígado y el bazo y que es letal en hasta el 5 por ciento de los casos, según han expuesto este miércoles los expertos reunidos en el 'II Curso de Infectopatología', celebrado esta semana en Madrid.
Según explica el representante del Centro de Enfermedades Infecciosas y Salud Internacional de Málaga y coordinador de las jornadas, el doctor Fernando Fariñas, esta patología se ha convertido en los últimos años en una "enfermedad olvidada", a pesar de que el mosquito que la transmite --el flebotomo-- es endémico en España e infecta a cinco de cada cien perros por año.
La leishmaniosis es una zoonosis --patología compartida por canes y humanos-- de tipo indirecto, es decir, que no se transmite por contacto directo entre el hombre y el animal, sino a través de insectos "vectores", que infectan después de picar al principal reservorio del parásito, el perro.
En su vertiente humana, la leishmaniosis se muestra especialmente virulenta en pacientes inmunodeprimidos (VIH, cáncer o malnutrición, principalmente) y se puede presentar en dos formas: la visceral y más grave; y la cutánea, más benigna y prevalente, que se manifiesta a través de úlceras cutáneas, en muchos casos confundida con brotes de psoriasis.
Esta última variante está preocupantemente infradiagnosticada en España, según señala el doctor Fariñas, algo que está facilitando que los parásitos desarrollen "hiperresistencias" a los fármacos más comunes utilizados frente a ellos. No obstante, España dispone de nuevos medicamentos eficaces y definitivos para eliminar a estos agentes patógenos.
"El verdadero problema se presenta en los países del tercer mundo como Sudán, Bangladesh o la India (que concentran hasta el 90% de los más de 500.000 casos graves detectados en todo el mundo), donde, además, la malnutrición y el sida hacen especialmente vulnerables a sus habitantes frente a la infección", comenta este experto.
Por este motivo, Fariñas subraya la importancia de "establecer protocolos de diagnóstico y búsqueda activa de casos que permitan conocer la prevalencia e incidencia real de la leishmaniosis" tanto en España como en el resto del mundo.
Para este especialista en enfermedades infecciosas, no se puede dejar de lado la investigación de esta enfermedad, ya que "se han llegado a detectar cepas en pacientes con VIH que utilizan al humano como reservorio y víctima, sin contar con el perro".
UNA ENFERMEDAD EXTENDIDA POR TODA ESPAÑA
Respecto a la incidencia de la leishmaniosis canina, las regiones españolas más afectadas hasta el momento son Andalucía, Palma de Mallorca, Comunidad Valenciana y Cataluña. Sin embargo, en los últimos años se ha comprobado que no sólo las zonas de clima típicamente mediterráneo son proclives a la enfermedad.
Según los últimos datos, las zonas del norte de España están registrando cada vez más casos de perros afectados por leishmaniosis. De hecho, País Vasco, Galicia y Madrid han multiplicado el riesgo de tener un animal infectado por 1,54 en los últimos 15 años, señalan los expertos.
En este sentido, la responsable del departamento de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Universidad Complutense de Madrid, Guadalupe Miró, destaca que "sólo el 5 por ciento de los perros son diagnosticados por esta enfermedad, cuando en realidad podrían estar infectados en torno al 60 por ciento".
"Cuanto más expuesto al aire libre esté el perro, más riesgo tiene de ser infectado", indica Miró. Asimismo, las épocas de mayor riesgo son las de altas temperaturas, especialmente en junio, julio, septiembre y octubre.
A este respecto, y con el objetivo de proteger a las mascotas y prevenir el desarrollo de la enfermedad, Intervet/Schering-Plough --patrocinador del evento-- ha lanzado al mercado 'Scalibor', un collar que ofrece protección constante durante seis meses frente a las picaduras de estos insectos.